Israel defiende la detención masiva de gazatíes en su intento de acabar con Hamás

Menos de 24 horas después de la difusión de las imágenes de la detención masiva de palestinos al norte de Yabalia, algunos de ellos comenzaron a regresar a sus hogares tras ser interrogados por los militares. El ejército evitó realizar valoración oficial alguna sobre las imágenes difundidas la jornada previa en las que se veía a decenas de hombres semidesnudos, algunos con los ojos vendados, maniatados y transportados en camiones.

El canal en árabe de BBC habló con uno de los liberados, un joven de 22 años, quien relató que «nos obligaron a sentarnos en medio de la calle durante casi tres horas, luego llegaron camiones, nos esposaron, nos vendaron los ojos y nos llevaron a un lugar desconocido». Cuando llegaron al lugar fueron seleccionados al azar para interrogarlos sobre su relación con Hamás y después «simplemente nos dijeron que nos fuéramos a casa». Pidió mantener el anonimato porque los israelíes retuvieron a su padre, trabajador de UNRWA.

Otro de los detenidos es el periodista Diaa Kahlot, responsable del diario Al-Araby Al-Jadeed, cuyos compañeros de redacción denunciaron que fue transferido a la base militar de Zikim.

Ante la polémica que despertaron las imágenes, Eylon Levy, portavoz del gobierno, explicó que la detención se produjo en «importantes centros de poder de Hamás« y detalló que «son hombres en edad militar que fueron descubiertos en zonas que se suponía que los civiles habían evacuado hace semanas» para interrogarles y «averiguar quién es realmente un terrorista de Hamás y quién no«.

Los sectores ultranacionalistas se mostraron exultantes con las imágenes de gazatíes maniatados y semidesnudos y el vicealcalde de Jerusalén, Arieh King, dijo en su perfil de X que «no son seres humanos y ni siquiera animales humanos, son subhumanos y así es como deben ser tratados«. King pidió «enterrar vivos» con las excavadoras blindadas D9 a quienes etiquetó de «musulmanes nazis». El discurso de King está en la línea del que defienden ministros del gobierno como Bezalel Smotrich o Itamar Ben Gvir, responsables de Finanzas y Seguridad Nacional y defensores del castigo colectivo a toda la Franja por el ataque de Hamás del 7 de octubre.

El Ejército combatió un día más calle por calle en feudos de Hamás como Yabalia, Shejaiya y Khan Younis. Con el paso de las semanas «las calles se sienten salvajes, especialmente después del anochecer: algunos convoyes de ayuda están siendo saqueados y vehículos de la ONU apedreados. La sociedad está al borde del colapso total. La UNRWA continúa sirviendo a la población con la limitada ayuda que tenemos», escribió en X el director de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos en Gaza, Thomas White.

El caos y la desesperación se apoderan de la Franja mientras Estados Unidos e Israel discuten el día después al final de la guerra. El primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, declaró a Bloomberg, que el ejército no puede destruir a Hamás porque el grupo, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, «tiene presencia en Líbano, Catar y Cisjordania». Shtayyeh reveló que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) trabaja en un escenario en el que «Hamás se convertirá en un socio menor de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) y ayudará a construir un Estado palestino independiente que incluya Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental».

Benjamín Netanyahu respondió de manera inmediata a Shtayyeh y le dijo que «no habrá Hamás: lo eliminaremos. El hecho mismo de que esta sea la propuesta de la Autoridad Palestina sólo fortalece mi política: la Autoridad Palestina no es la solución».

Israel busca acabar con Hamás y, tras los duros bombardeos y combates de estos dos meses, el ministro de Defensa Yoav Gallant se dirigió a sus soldados en la frontera de Gaza para decirles que «tenemos señales de que su poder se resquebraja». Un día más, las facciones islamistas volvieron a disparar cohetes contra el corazón de Tel Aviv y algunos de los proyectiles salieron desde Yabalia, epicentro de las operaciones del ejército desde el 7 de octubre.