Netanyahu confirma la muerte del líder de Hamás para frenar las críticas por la falta de resultados en Gaza
Los medios del país informaron de que Mohamed Sinwar había sido blanco de ataques aéreos en el sur de la Franja a principios de este mes
Israel asegura haber matado a un «comandante» de Hizbolá en un bombardeo en Líbano
Mohamed Sinwar, jefe de Hamás.
Benjamín Netanyahu confirmó este miércoles de manera oficial la muerte de Mohamed Sinwar, líder de Hamás, en un bombardeo del día 13 de mayo en Jan Younis. El primer ministro israelí necesitaba una noticia de peso en la jornada en que se cumplían ... los 600 días del inicio de una operación militar en la que no han logrado ni liberar a los rehenes, ni acabar con Hamás, los dos grandes objetivos. Este anunció no sirvió para calmar los ánimos de los familiares de los cautivos, que se echaron a las calles en este aniversario y denunciaron que se sienten «abandonados y olvidados» por las autoridades, en palabras de Anat Angrest, madre del soldado Matan, quien permanece en la Franja. Mientras, en Washington, Steve Witkoff, el negociador de Donald Trump, aseguró tener «buenas sensaciones» con una nueva propuesta de alto el fuego.
Hamás no ha anunciado de momento la muerte de su líder, la persona que cogió el mando hace siete meses tras la muerte de su hermano Yahya, el cerebro de la operación del 7 de octubre de 2023. Israel bombardeó con dureza una red de túneles próxima al hospital Europeo en la que se encontraría Sinwar junto a su número dos, Mohammed Shabanah, según anunció el ministro de Defensa, Israel Katz. En los medios árabes señalaron que, desde que se produjo el bombardeo, no hay conexión entre el liderazgo de Gaza en el exterior y la Franja y destacaron que Sinwar era también el responsable del cuidado de los rehenes.
600 días y más de 54.000 muertos después, las facciones palestinas tienen en su poder a 58 cautivos, de ellos se estima que 20 están vivos. Las familias piden al primer ministro que acepte un acuerdo con Hamás para que sus seres queridos puedan salir de forma segura, como ha ocurrido durante las dos treguas que ha habido hasta el momento, pero Netanyahu apuesta por el uso máximo de la fuerza. El dirigente del Likud, criticado por la oposición y las familias, defendió que «en los últimos dos días, hemos estado ejecutando un plan drástico para derrotar por completo a Hamás. Estamos tomando el control de su distribución de alimentos y su maquinaria monetaria. Esto es lo que destruye su capacidad de gobierno. Eso es lo que prometimos».
Reparto de ayuda en suspenso
Israel acusa a los islamistas de hacer negocio con la venta de la ayuda que entraba en Gaza, aunque nunca ha aportado pruebas, y apostó por sustituir a la ONU y demás actores humanitarios por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF). Este organismo privado, formado por exmilitares y mercenarios estadounidenses, tuvo que suspender sus operaciones después de que el martes uno de sus centros de distribución fuera asaltado por miles de gazatíes hambrientos. Al menos 48 personas resultaron heridas durante este asalto en el que las fuerzas de seguridad lanzaron disparos de emergencia.
El director de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, condenó el nuevo modelo de ayuda respaldado por Estados Unidos e Israel y dijo que es una «distracción de las atrocidades» que tienen lugar allí cada día.
Nuevo acuerdo
La presión israelí en Gaza es máxima y Netanyahu envió al jefe del Mossad, David Barnea, y al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, a Washington para reunirse con Witkoff. El portal Walla recogió que uno de los objetivos del viaje es avanzar en la negociación con Hamás. Desde la llegada de Trump, Estados Unidos emplea lo que algunos medios israelíes llaman el 'canal secreto' para contactar directamente con los islamistas a través del empresario palestino-americano Bishara Bahbah, cercano al presidente. Un canal directo, sin pasar por los israelíes.
El Canal 12 informó que los representantes de Hamás aceptan una tregua de noventa días para la liberación de diez rehenes, pero que Israel y Witkoff, presionan por un acuerdo de sesenta días. A última hora de la tarde, los islamistas dijeron en Telegram que ven con buenos ojos los términos de Witkoff, pero los israelíes calificaron el anuncio de «guerra psicológica» y que desconocen la existencia de un acuerdo entre Washington y Hamás. Witkoff, sin embargo, se mostró optimista y esto sirvió para levantar el ánimo de las familias de los cautivos en Israel.