Israel ataca el cuartel general de Hizbolá en Beirut para intentar matar a Hasan Nasrala

Los misiles enemigos acabaron con cuatro edificios enteros que quedaron reducidos a polvo en una operación en la que, según varios medios israelíes citando fuentes militares, el objetivo era Hasán Nasrala, secretario general del grupo pro iraní. Los servicios de rescate comenzaron a trabajar de inmediato y los hospitales de la ciudad pidieron donaciones de sangre y pasadas las primeras horas el ministerio de Salud informó de dos muertos y 60 heridos.

Fuentes de Hizbolá señalaron a medios cercanos al partido milicia que Nasrala estaba bien y lo mismo indicó la agencia iraní Tasnim, que mencionó «fuentes de seguridad de la resistencia» para indicar que el líder se encontraba en «buen estado de salud». Sky News Arabia también aseguró que el secretario general estaba bien y que fue trasladado «a un lugar seguro», algo complicado teniendo en cuenta que Israel ha logrado asesinar en poco más de una semana a los más importantes comandantes del grupo. Pese a estas informaciones, desde Israel insistieron en que el estado del líder de Hizbolá «no está claro».

Noticia Relacionada

Israel mata al jefe de una de las unidades aéreas de Hizbolá en un bombardeo en Beirut

ABC

El portavoz del ejército, Daniel Hagari, acusó a la milicia chií de construir su centro de mando debajo de edificios civiles, misma justificación que el ejército emplea después de cada ataque en Gaza contra todo tipo de infraestructura civil. Hagari no hizo alusión a Nasrala durante su primera intervención pública.

Los ataques de Israel en Beirut se han convertido en habituales en las últimas dos semanas y este golpe en Haret Hreik, el más potente desde que estalló la guerra, es el quinto de Israel en apenas una semana. El Estado judío ha logrado acabar con la cúpula militar de la milicia chií con una serie de operaciones que demuestran que han logrado infiltrarse hasta la misma cúpula del Partido de Dios. Tras haber acabado con los dos últimos número dos de la organización, Nasrala se había convertido en el gran objetivo.

La zona atacada era conocida por ser uno de los puntos fuertes de Hizbolá en el sur de Beirut, un punto de máxima seguridad, que todos los vecinos conocían. Por ese motivo parece que la mayoría de vecinos dejaron sus casas cuando Beirut pasó a ser objetivo diario de los israelíes.

Benjamín Netanyahu se marchó en medio de una reunión con periodistas israelíes tras su discurso en Nueva York. Su secretario militar, el general Roman Gofman, susurró algo al oído del primer ministro y este dejó a los reporteros para reunirse con sus asesores y seguir la evolución de un ataque del que también informaron a Estados Unidos. El primer ministro decidió regresar de urgencia a Israel y no quedarse en Estados Unidos hasta el domingo, tal y como tenía planeado.

Esta operación en Beirut llega después de una semana de intensos bombardeos que dejan más de 700 muertos, miles de heridos y más de 90.000 desplazados del este y sur de Líbano. El ejército de Israel se prepara en la frontera para dar un paso adelante y lanzar una operación por tierra para establecer una zona de seguridad. El objetivo de Netanyahu es asegurar la zona para que los más de 60.000 israelíes que tuvieron que dejar sus casas en el norte por el hostigamiento diario de Hizbolá, puedan regresar.

La embajada de Irán en Beirut aseguró en un mensaje compartido en su cuenta de X que este nuevo ataque de Israel «representa una peligrosa escalada que cambia las reglas del juego». La república islámica es quien controla los movimientos de Hizbolá y hasta ahora la milicia se ha limitado a hostigar al enemigo en la zona fronteriza, con la única excepción de un misil que lanzaron contra Tel Aviv y fue interceptado. Irán, que no ha respondido aun al asesinato de Ismael Haniye en Teherán, considera que Netanyahu busca un choque directo a gran escala y su exministro de Exteriores y asesor del nuevo presidente, Javad Zarif, dejó claro que «no caeremos en la trampa». Las amenazas ya no tienen poder de disuasión sobre Israel, que ha demostrado que está dispuesto a llegar hasta el final y aplica en Líbano la estrategia de Gaza.