La investidura más cara de la Casa Blanca: 170 millones de dólares

La de 2025 será la toma de posesión más cara de la historia, con al menos 170 millones de dólares destinados a cenas, bailes y desfiles. Habrá fuegos artificiales, cenas a la luz de las velas, una misa, té, pasacalles y la firma solemne de un centenar de decretos.

Toda América será testigo de cómo Washington, una ciudad que detesta a Trump y donde solo obtuvo el 6,6% de los votos, deberá soportar una serie de fastos en honor al hombre que el presidente y la vicepresidenta salientes describieron como el fascismo encarnado, el peor de los males, el final de la democracia.

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David Alandete | Corresponsal en Washington

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La cifra récord, que sigue creciendo a diario, supera ampliamente los 62 millones recaudados por Joe Biden en 2021 y los 107 millones de la primera y toma de posesión de Trump en 2017. Según fuentes cercanas al comité inaugural, el total de este año podría superar los 200 millones, un número sin precedentes en toda la historia de Estados Unidos.

Ese dinero recaudado por Trump no es público. Son donaciones de empresas y particulares. Por primera vez, los gigantes tecnológicos han querido congraciarse con un presidente electo y prácticamente todos han donado un millón: Facebook, Google, OpenAI, Apple y Amazon.

Solo los eventos relacionados con la ceremonia oficial del juramento en el Capitolio (como la seguridad y el control del tráfico) están financiados con dinero público. Pero estos gasto son una fracción mínima del total.

Para asegurarse un lugar en los eventos más exclusivos de la toma de posesión, los donantes deben aportar al menos un millón de dólares, el doble de lo exigido en la primera jura de Trump en 2017. Este paquete incluye acceso limitado a cenas con Trump y JD Vance, mientras que aportaciones menores, de 50.000 o 100.000 dólares, solo garantizan el acceso a recepciones con algunos miembros del gabinete entrante.

Los fondos no utilizados en los eventos inaugurales, si es que queda algún remanente, podrían destinarse a proyectos futuros, como la construcción de una biblioteca presidencial de Trump en Florida. Entre las fiestas destaca una gala para la comunidad hispana, encabezada por Donald Trump Jr., que contará con mariachis y la presencia de políticos latinos como Marco Rubio y Ted Cruz. Las únicas entradas disponibles, de 50.000 o 100.000 dólares, permiten sentarse en el mismo salón que estas figuras políticas.

La primera toma de posesión de Trump también estuvo marcada por escándalos posteriores. Del total recaudado, 107 millones de dólares, una parte significativa se destinó a gastos exorbitantes, como los 26 millones pagados a una empresa dirigida por Stephanie Winston Wolkoff, amiga cercana de Melania Trump, para organizar los eventos. Asimismo, se pagó más de un millón de dólares al Trump International Hotel de Washington a precios inflados, lo que generó acusaciones de malversación para beneficiar a la Organización Trump.

El caso llegó a los tribunales en 2020, cuando el Fiscal General de Washington demandó al comité inaugural por el desvío de fondos. En 2022, el comité y la Organización Trump llegaron a un acuerdo extrajudicial, en el que esta última aceptó donar 750.000 dólares a organizaciones benéficas, sin admitir culpabilidad. Este episodio expuso la falta de transparencia en la gestión de los fondos inaugurales y las tensiones entre los intereses públicos y los beneficios privados que marcaron la Administración Trump. El Hotel Trump en Washington ya ha sido vendido por el presidente.