La intensa actividad diplomática de Zelenski en lo que va de año

Apenas ha transcurrido medio año, pero 2023 es la temporada en la que Zelenski más países ha visitado, al menos públicamente como jefe de Estado. Estas han sido sus visitas diplomáticas:

El primer viaje que Zelenski hizo en 2023 fue el 8 de febrero, el tercero que realizaba desde que comenzó la invasión. Visitó Londres para reunirse con el primer ministro Rishi Sunak en Downing Street. Y aprovechó la oportunidad para visitar el parlamento británico y agradecer al Reino Unido por su apoyo. «Tenemos libertad, dadnos alas para protegerla», pronunció en aquella oportunidad para pedir aviones de combate. En la tarde de ese día, Zelenski se trasladó a París para conversar con su homólogo francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.

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El 9 de febrero el presidente ucraniano estaba en Bélgica para dirigirse a los 27 representantes de la Unión Europea y solicitar más armas. Pretendía también entablar conversaciones para agilizar el proceso de adhesión de Ucrania a la UE. Siguiendo con la gira internacial, Zelenski se desplazó ese mismo día hasta Varsovia para conversar con Andrzej Duda, su homólogo polaco.

Meses más tarde, el 5 de abril, Duda volvió a recibir a Zelenski. Aunque se habían entrevistado en seis oportunidades distintas desde que estalló el conflicto, esa fue la primera visita oficial. Polonia ha sido un gran aliado de Ucrania; mantiene una campaña en favor de la integración de Ucrania, no solo en la UE, sino también en la OTAN, y , además, es uno de los países que más refugiados ucranianos ha acogido.

Zelenski pisó suelo finlandés el 3 de mayo con motivo de una cumbre de los países nórdicos. En esa oportunidad tuvo que desmentir las acusaciones del Kremlin sobre un atentado contra Putin. «No estamos atacando a Putin ni a Moscú. Estamos luchando en nuestro propio territorio y defendiendo nuestros pueblos y ciudades», dijo.

Por la tarde, Zelenski estaba en La Haya para pedir que Vladímir Putin sea llevado ante la Justicia por la guerra en Ucrania. «El agresor debe sentir todo el poder de la Justicia. Es nuestra responsabilidad histórica», dijo Zelenski. «Solo una institución es capaz de responder al crimen original, el crimen de agresión: un tribunal. No un compromiso que permita a los políticos decir que el caso supuestamente está cerrado, sino un tribunal verdadero y completo», expresó el jefe de Estado ucraniano.

El 13 de mayo Zelenski llegó a Italia para reunirse con el Presidente de la República Sergio Mattarella, la primera ministra Giorgia Meloni y el Papa Francisco. «Una importante visita para acercarnos a la victoria de Ucrania», había comentado Zelenski a través de sus redes sociales.

Solo después de asegurarse del apoyo armamentístico, Zelenski visitó al Pontífice. Durante una conversación que duró 40 minutos, el Papa Francisco intentó convencer a Zelenski de lograr un alto al fuego. Pero el ucraniano no se dejó persuadir; insistió en que la paz solo llegará cuando Rusia abandone todas las posiciones ucranianas.

Un día después, el 14 de mayo, Zelenski conversaba con el canciller Olaf Scholz en Berlín. Alemania se comprometió a entregar un paquete de armamento por valor de 2.700 millones de euros para reforzar la capacidad militar de Ucrania ante la inminente contraofensiva de primavera.

Horas más tarde, el ucraniano estaba en París reunido con Macron. Después de la charla, Francia anunció la formación y equipación de batallones ucranianos y la entrega de sistemas de defensa, así como la petición de nuevas y más efectivas sanciones contra Rusia.

Ucrania volvía a solicitar, el 15 de mayo en Londres, aviones de combate. Entonces Sunak le explicó a su homólogo ucraniano que la entrega de aviones no era fácil. Se comprometió, en cambio, a la formación de pilotos, además de la entrega de misiles de crucero Storm Shadow y cientos de misiles de defensa aérea y drones armados.

En la cumbre de la Liga Árabe celebrada en Yeda, Zelenski hizo su aparición. El 19 de mayo llegó a Arabia Saudí con la intención de lograr mayor apoyo ucraniano, y también de un rechazos hacia Rusia más contundentes.

«Hay algunos en el mundo y aquí, entre ustedes, que hacen la vista gorda ante anexiones ilegales como la de Rusia», lamentó el presidente ucraniano en aquella oportunidad. El año anterior, los saudíes habían ofrecido una propuesta de mediación entre Kiev y Moscú y fueron claves en un importante intercambio de prisioneros.

El presidente ucraniano viajó a Japón el 20 de mayo para solicitar ayuda militar y el apoyo político de las potencias emergentes invitadas al G-7, como la India o Brasil.

Antes de que Zelenski apareciera en Hiroshima, Ucrania había logrado un apoyo importante. Estados Unidos había expresado su disposición a que sus aliados europeos envíen a Kiev sus cazas F-16 y formen a sus pilotos. Como respuesta, el Kremlin advirtió que los países occidentales se enfrentarían a «riesgos colosales» por la entrega de los aviones de combate.

Este jueves en Moldavia, Zelenski instó a las decenas de líderes europeos a intensificar su apoyo a Ucrania. Ha reclamado agilización para la creación de una coalición de cazas que permita el suministro de F-16. «Debemos recordar que cada duda que mostremos en Europa es una trinchera que Rusia intentará sin duda ocupar», expresó el jefe de Estado ucraniano.

«Se trate de dudas sobre pasos vitales de seguridad, sobre nuestra unidad o sobre nuestra capacidad para afrontar desafíos, cada una de ellas implica más inseguridad», ha afirmado Zelenski en el debate de la Conferencia de Política Europea en Moldavia, a donde ha acudido para recibir el respaldo explícito y en persona de decenas de líderes del continente.

En el terreno político, Zelenski cree que es momento de que la OTAN, que celebrará su próxima cumbre en julio, conceda una «clara invitación» a Ucrania para integrarse a la Alianza Atlántica, un bloque al que Rusia «teme».