Los ingenieros aseguran que «el agua que la presa tiene acumulada puede arrasar todo lo que encuentre a su paso»

Los ingenieros analizan las consecuencias del desbordamiento del embalse en Jersón, después de un ataque del que Ucrania acusa a Rusia

Fotogalería: las imágenes de la presa Kajovka tras la destrucción por el ataque ruso

La caída de la presa de Kajovka amenaza Jersón y a miles de personas entre un nuevo cruce de acusaciones entre Rusia y Ucrania

Vista de una carretera destruida y una sección de la represa Nova Khakovka en el sur de Ucrania AFP / Vídeo: ep

Desde el inicio de la invasión de Ucrania, se han sucedido las agresiones contra el país ocupado, pero, sin duda, la voladura de la presa de Kajovka, situada en la región de Jersón, es una de las más graves y peligrosas para los ... civiles. Según el Gobierno de Kiev, las tropas del Kremlin han atacado este martes esa presa situada sobre el río Dniéper, destruyendo una infraestructura clave para el suministro de agua de las poblaciones circundantes y también para el mantenimiento de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. Con todo, el principal riesgo de este ataque, que ha sido calificado de «crimen de guerra» por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, es la potencial destrucción de los municipios de los alrededores. Por ejemplo, según la agencia rusa TASS, la localidad de Nova Kajovka, de unos 45.000 habitantes, está inundada.

«La magnitud de la inundación causada por una presa depende fundamentalmente de la altura y del volumen de agua que almacena», explica por teléfono Miguel Ángel Toledo, profesor titular de Ingeniería Hidráulica en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid. «Esta presa almacena veintitantos millones de metros cúbicos, que es una cantidad considerable, pero no extraordinaria. La altura de la presa es modesta, de alrededor de 30 metros», añade. «La gravedad de los daños y posibles víctimas provocados por las inundaciones dependerá de las poblaciones e infraestructuras que haya próximas al cauce del río aguas abajo. El efecto destructivo es mayor en la cercanía de la presa y se va reduciendo a medida que nos alejamos de ella».

Como señala el profesor, la infraestructura saboteada se denomina presa vertedero, del mismo tipo, por ejemplo, que la española de Montijo, en Extremadura. Las presas vertedero tienen una obra de hormigón que sirve de apoyo a unas compuertas, que suponen una parte significativa de la altura total. A veces, la presa se completa con unos diques de tierra que cierran el paso del agua. Todas esas particularidades permiten comprender los daños causados y barajar algunas posibilidades sobre cómo se ha podido llevar a cabo el ataque.

 «En las presas vertedero, la obra de hormigón está solo en la base. Las compuertas, que se pueden abrir o cerrar, ocupan la parte de arriba. Lo más vulnerable son las compuertas, porque se pueden desmontar y volar, a diferencia de la parte de hormigón, que es muy difícil de destruir», explica Toledo. «La rotura de la presa también podría iniciarse por la central hidroeléctrica. Con el conocimiento disponible en estos momentos, es difícil concretar con certeza lo que ha sucedido», puntualiza.

«En primer grado, la consecuencia de la voladura es la inundación aguas abajo de la presa», explica, por su parte, Noemi Enciso, ingeniera civil y colegiada del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, que también ha atendido a ABC por teléfono. «La extensión del lago artificial es muy grande, por lo que la cantidad de metros cúbicos de agua que va a salir y la energía liberada provocará que muchas tierras se inunden y se destruyan», añade. «La presa es una pared que contiene el agua, y, al fin y al cabo, es un depósito de energía, pues el salto de agua provoca que se mueva la turbina de la central hidroeléctrica que tiene asociada. Cuando la pared se rompe, el agua cae con la energía potencial que tenía acumulada, y puede arrasar todo lo que se encuentre a su paso».

Hasta la base de hormigón

Por encima de todo, resulta fundamental tener en cuenta la gran cantidad de agua liberada sin control que está provocando la voladura de la presa. «Aunque no se puede asegurar todavía, lo más probable es que se vaya a perder toda el agua hasta alcanzar en su descenso la base de hormigón. Cuando el nivel llegue al borde superior del hormigón, cabe esperar que el descenso de nivel y la liberación de agua se detengan. Lo que pasa es que la mayor parte del agua en un embalse está en la zona superior», cuenta Toledo. Se trata de algo lógico: por la pendiente, la mayor parte de agua almacenada está en la zona próxima a la superficie.

«Aunque no se puede asegurar todavía, lo más probable es que se vaya a perder toda el agua hasta alcanzar en su descenso la base de hormigón», explica Miguel Ángel Toledo

«La mayor dificultad de una obra de este tipo es cómo manejas el río para poder trabajar en seco», explica el ingeniero. «El Dniéper es un gran río europeo, en España no tenemos ninguno que se parezca ni remotamente», señala. «Al volar las compuertas, lo más probable es que las pilas sobre las que se sitúan también hayan desaparecido. Habrá que reconstruirlas y volver a colocar las compuertas destruidas. También habrá que rehacer el puente de la presa, por donde pasaban un ferrocarril y vehículos, y los diques de tierra».

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