De la inflación desbocada a la dolarización: los grandes retos de Milei como presidente de Argentina

En la misma línea, Milei también deberá ocuparse de disminuir la pobreza en Argentina, que es uno de los grandes problemas que enfrenta Argentina. Cabe tener en cuenta que actualmente la pobreza afecta a un 40% de la población.

Otra de las cuestiones que le tocará resolver al futuro presidente es la dolarización de la economía. El economista, que es un enemigo declarado del peso argentino, al cual llegó a referirse con el término «excremento», ha prometido en campaña que reemplazaría la moneda local por la moneda estadounidense.

Vinculado también al mundo de las finanzas, hay otro problema que se ha transformado en una urgencia para Argentina en estos momentos: la gran escasez de dólares que necesita el país y que afecta a las reservas del Banco Central. Con respecto al Banco Central, Milei deberá decidir si finalmente lo cierra, lo cual ha sido otra de sus promesas electorales.

La inseguridad es una cuestión que también el presidente electo deberá intentar resolver, dado que es una prioridad para muchos argentinos y combatirla fue también una de las principales propuestas tanto de Milei como de la otra candidata a presidenta, Patricia Bullrich.

Una de las grandes incógnitas acerca de la gestión de Javier Milei es qué tipo de vínculos se generarán con el Vaticano. En el último debate presidencial, el economista que hoy llega a la Casa Rosada dijo que el Papa, a quien antes se había referido como «el representante del maligno en la Tierra», ahora será bien recibido en su país natal.

Por otro lado, Javier Milei recibe en estos momentos un país con un alto grado de conflictividad social, agudizado por el clima de campaña electoral. En una Argentina totalmente dividida, lograr mantener la paz social será un gran desafío por delante.

Por supuesto, quedan todavía algunos días para el próximo 10 de diciembre, pero es inevitable aceptar que los desafíos son muchos y los argentinos ya lo saben: difícilmente 2024 sea un año fácil para el país del tango.