Indonesia se islamiza con el espíritu de la 'sharía' y dispara el temor del turismo
El país asiático endurece su código penal: un año de cárcel por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio
Los manifestantes sostienen pancartas que rechazan el proyecto de una nueva ley penal durante una protesta frente al edificio del parlamento en Yakarta, Indonesia
Un año de cárcel por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio es la pena que reserva el nuevo código penal de Indonesia a los adúlteros, también a los extranjeros. La aprobación parlamentaria del texto –que tardará un tiempo en aplicarse y podría ser contestado ... ahora por el Constitucional– revela el progreso de los partidos islamistas en el país con más musulmanes del mundo.
Esta medida supone, además, una pésima noticia para las agencias turísticas que –pasado lo peor de la pandemia del Covid– esperaban levantar vuelo en algunos de los destinos más apreciados en Occidente, en particular Bali. A esta paradisíaca isla llegaban hasta hace tres años seis millones de turistas en centenares de vuelos diarios. En 2021 solo aterrizaron 45 visitantes.
Delito de adulterio
La pena de prisión para los adúlteros podría ser de difícil aplicación para los turistas extranjeros, ya que la denuncia debe ser presentada ante la Policía por un familiar –un hijo, habitualmente la esposa–, pero es suficiente para que la noticia del nuevo código penal haya generado muchos titulares en Occidente.
Para los indonesios, el nuevo delito sexual no es la peor de las noticias. El texto penal incorpora mucho del espíritu y la letra de la 'sharía', el código de conducta religioso musulmán, y pone de relieve el avance del islamismo en Indonesia desde que terminó la dictadura de Suharto. La conocida reputación de que el país practica uno de los regímenes más tolerantes con otras religiones y con las libertades va camino de convertirse en espejismo.
En materia de libertades, se restringe notablemente la de expresión con penas de cárcel para quienes insulten al presidente o al vicepresidente, o propalen noticias falsas. Aumenta la discriminación de la mujer con la tolerancia hacia la poligamia y el matrimonio legal con menores, tradiciones musulmanas consagradas por la religión. Las minorías religiosas –en particular la cristiana, que asciende al 10 por ciento de la población en Indonesia– se verán más expuestas a la persecución, con penas de prisión para quienes blasfemen contra el Corán o Mahoma, o apostaten del islam.