La incapacidad de Biden deja en el alero la defensa de Europa

El presidente debería pasar el testigo a la vicepresidenta Harris como ejercicio de abdicación saludable

Así es cómo Biden y su círculo arruinaron su candidatura presidencial

Biden justifica su renuncia: «Salvar la democracia» está por encima de su «ambición personal»

Un soldado ucraniano camina por una calle destruida de la localidad de Chásiv Yar afp

A pesar de cierta penuria de noticias sobre la guerra en Ucrania, las hostilidades no se han desvanecido. Las tropas ucranianas prosiguen en actitud defensiva sobre el terreno, suscitando la atención internacional al centrar sus esporádicas acciones ofensivas en bombardeos con drones suicidas contra instalaciones ... logísticas y bases aéreas en territorio ruso. Por su parte, las tropas rusas conservan la iniciativa en todo el frente, intensificando sus acciones sobre el terreno en el Donbass alrededor de dos esfuerzos. Uno, que tiene a Kramatorsk como objetivo táctico principal, está contenido por la eficaz defensa ucraniana en Chásiv Yar y Krasnohorivka.

El otro esfuerzo, de mayor desarrollo, progresa hacia el oeste por el eje de la carretera T0511, habiendo alcanzado Prohres y Lozuvats'ke. Ello preludia dos consecuencias operativas muy favorables para las tropas rusas. La primera es que éstas han llegado a las fuentes del Kazenyi Torets, río cuyo cauce discurre hacia el oeste en sus 12 km iniciales, ofreciendo así una favorable vía natural para el avance de la infantería rusa hacia Prokovsk. La segunda es que esta población, ahora a solo 20 km de las tropas rusas, entra en el alcance de su potente artillería de campaña. Prokovsk, ciudad industrial y esencial nudo de comunicaciones terrestres y ferroviarias en el oeste del Donbass, concentra un formidable despliegue logístico sustentador de las tropas ucranianas en la zona, y se configura como el objetivo táctico principal de este segundo esfuerzo. La potencial caída de Prokovsk en manos rusas abriría la puerta para una rápida profundización de éstas hacia el Dniéper. Consecuentemente, la batalla por Prokovsk se adivina tan próxima como encarnizada.

El acontecimiento más importante fuera del teatro, pero con fuerte repercusión sobre éste, ha sido la renuncia del presidente Joe Biden, el 21 de julio, a la candidatura demócrata para la presidencia de EE. UU. en las elecciones del 5 de noviembre. Lo sustancial no reside tanto en ese desistimiento, como en sus causas y el calendario que conlleva. Las razones se resumen en una inocultable merma de capacidades físicas y cognitivas de Biden. La incapacidad física no es lo más determinante. Tenemos el ejemplo de F.D. Roosevelt, quien, aunque imposibilitado para andar, fue, sin embargo, elegido presidente en cuatro ocasiones consecutivas (1932, 1936, 1940 y 1944), falleciendo en cumplimiento de sus funciones en 1945. El colosal problema está en la incapacidad mental.

Un asunto que no es de exclusivo consumo interno estadounidense por tener proyecciones globales de todo orden y, en lo que nos ocupa primordialmente, en el plano de la defensa y seguridad europeas. Porque EE.UU. es el país que lidera la OTAN, organización defensiva que el Tratado de la Unión Europea (artículo 42.7) califica, para los Estados miembros, como «el fundamento de su defensa colectiva y el organismo de ejecución de ésta». El drama washingtoniano se agrava al solaparse con el desarrollo de dos conflictos armados de alta intensidad (Ucrania y Oriente Próximo) y la creciente probabilidad de un tercero en el Pacífico (Taiwán). El inocultable actual incremento de las operaciones aéreas combinadas ruso-chinas en el Pacífico Norte son, a este respecto, motivo de especial preocupación.

Un período peligroso

El calendario embrolla más la situación. Todo apunta a que Kamala Harris, la actual vicepresidenta, será refrendada como candidata a la presidencia en la convención demócrata del 19 de agosto. Pero cualquiera que sea el resultados de las presidenciales del 5 de noviembre ¿quién tomará las decisiones en la Casa Blanca entre el 21 de julio de 2024 y el 20 de enero de 2025, fecha en que tomará posesión el nuevo presidente?

Durante esos seis meses, EE.UU., la OTAN y, consecuentemente, la defensa colectiva europea y la ejecución de ésta reposarán en último término sobre alguien que, desafortunadamente, está incapacitado para liderarlos. Incluyendo la crítica y exclusiva competencia para autorizar un ataque/respuesta nuclear norteamericana en cualquier situación, incluso estando fuera de centros de mando mediante el llamado maletín (botón) nuclear. Uno, como europeo y, por tanto, concernido por el disparate, estaría más tranquilo si el señor Biden renunciara inmediatamente a la presidencia de la gran nación norteamericana, pasando el testigo automáticamente a la vicepresidenta Harris. Sería un ejemplar ejercicio de abdicación responsable que hoy lo practican hasta los Reyes.

SOBRE EL AUTOR
pedro pitarch

El autor es teniente general retirado del Ejército de Tierra. Fue jefe del Eurocuerpo y de la Fuerza Terrestre y director general de Política de Defensa en el Gobierno de Zapatero. Ocupó la jefatura de la División de Estrategia y Cooperación Militar del Estado Mayor de la Defensa, así como de la División de Logística del Mando Supremo de la OTAN.

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