En imágenes: la destrucción israelí en Irán tras los últimos bombardeos

Los ataques de Israel en territorio iraní de la última semana tenían objetivos prioritarios. Por un lado, asestar un duro golpe a la capacidad nuclear del país; principal justificación del Gobierno de Netanyahu para iniciar la escalada, cuya respuesta y sus consecuencias parece estar dispuesto a resistir. Por otro, demostrar su superioridad tecnológica y militar, con el bombardeo de cuarteles y arsenales armamentísticos de la Guardia Revolucionaria, el Ejército directamente al mando del líder religioso, el ayatolá Jomeini.

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Javier Ansorena

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Imágenes tomadas por satélite y cedidas por la empresa estadounidense Maxar Technologies muestran la destrucción de las fuerzas israelíes en diferentes enclaves de Irán. Bases militares, complejos nucleares, arsenales armamentísticos e incluso zonas residenciales en Teherán han quedado seriamente dañadas –cuando no directamente arrasadas– en ataques perpetrados mayoritariamente por bombarderos y drones cargados con explosivo.

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Uno de los enclaves que más preocupan a Israel es la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, donde se sospecha que podría estar desarrollándose armamento nuclear. Ubicada en la provincia de Isfahán, el Gobierno iraní habría invertido varios miles de millones de dólares, y es una de los principales complejos nucleares del país. Como se aprecia en las imágenes, varios de sus edificios a ras de superficie sufrieron daños severos. Sin embargo, la mayoría de sus instalaciones, las más críticas también, están construidas a gran profundidad bajo tierra.

El corresponsal de ABC en Estambul y Jerusalén Mikel Ayestarán, recoge en una crónica del pasado sábado que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) no detectó un aumento significativo de radiación en la zona tras el ataque de Israel, según muestran los informes que emite la institución. Los iraníes llevan mucho tiempo preparándose para este tipo de conflicto y las bombas de aviación habituales simplemente no tienen la capacidad de penetrar hasta las tripas del complejo.

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La provincia de Isfahán, en el corazón de Irán, alberga gran parte de las infraestructuras del Programa nuclear iraní. sobre estas líneas se muestra la destrucción en varios edificios de otro complejo, de menor envergadura que Natanz. Sobre la afectación de los bombardeos al Programa, Netanyahu los ha celebrado y el régimen de los ayatolás los ha considerado limitados.

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El arsenal militar de misiles de Tabriz sufrió destrucción significativa con ataques perpetrados por las Fuerzas de Defensa de Israel el pasado viernes. Las FDI declararon este lunes que habían logrado destruir cerca de un tercio de los lanzamisiles balísticos de Irán. También aseguraron que en las primeras 12 horas de ataques aéreos destruyeron una quinta parte del Programa nuclear.

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La central nuclear de Bushehir, a escasos kilómetros de la ciudad homónima, era una de las más antiguas de la región. Por la destrucción que muestran las imágenes tomadas por satélite, habría quedado totalmente inoperativa.

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Pero sin duda, uno de los golpes más duros que ha asestado el Estado de Israel tiene que ver con el descabezamiento de la cúpula militar de la Guardia Revolucionaria iraní. Los bombardeos se extendieron a varios cuarteles del brazo militar del ayatolá Ali Jomeini, como el que se muestra en las fotografías, en algún lugar no lejos de Teherán. Dirigentes como Hossein Salami fueron neutralizados en una compleja operación, que incluyó también coches bomba preparados por el Mossad y ataques directos a las viviendas de los dirigentes.

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Esta fábrica en Piranshahr escondía presuntamente instalaciones militares.

Sin embargo, el Ejército hebreo apenas habría logrado dañar Fordow, el gran complejo nuclear de Irán, parecido a una fortaleza subterránea. Salvo su entrada, todo el lugar está enterrado bajo una montaña de la provincia de Qom, al sur de Teherán, bajo capas de roca y hormigón a unos 80 metros de profundidad y a resguardo de bombas convencionales. Israel ha pedido con insistencia a EE.UU. la compra de la bomba antibúnkeres GBU-57/B, también conocida como Penetrator. Sin ella, la infraestructura principal del Programa nuclear iraní no puede ser destruida por aire.