«A mí me iban a matar»: el sicario de 15 años revela el plan para asesinar al senador colombiano Miguel Uribe

El menor de edad que le disparó a quemarropa al precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay ha brindado por primera vez detalles del plan que mantiene al senador colombiano en estado crítico. El joven sicario ha desvelado a la justicia los pormenores del crimen. Según ha explicado, fue contactado el mismo día del atentado, cuando se le entregó una pistola Glock 9 milímetros para acabar con la vida de Uribe.

Según la revista colombiana 'Semana', que ha tenido acceso al testimonio, el joven confesó y entregó nombres de los colaboradores del crimen, convirtiéndose en una pieza clave para aclarar el plan que conmocionó a toda Colombia. En su relato, el joven aseguró que el principal responsable es un hombre al que llamó «el patrón del barrio y el jefe de la olla», refiriéndose así al presunto cabecilla de un grupo criminal -«gente muy peligrosa»- en el occidente de Bogotá.

Las instrucciones que recibió fueron muy precisas. Ha declarado también que desconocía a quién iba a asesinar, pero aceptó la misión porque le ofrecieron una gran suma de dinero: 20 millones de pesos (más de 4.000 euros) después del ataque. Sin embargo, no vio el dinero y, al percatarse de que estaría solo en el lugar, supo que lo matarían después de cumplir con el objetivo. «A mí me iban a matar en esa vuelta», afirmó.

Noticia Relacionada

Investigan la implicación de cárteles mexicanos en el atentado contra el senador colombiano Miguel Uribe

Milton Merlo

La compra del arma y el uso de un sicario adolescente coincide con su 'modus operandi'

En su testimonio, el sicario, de apenas 15 años, llegó al lugar en una motocicleta contratada a través de una aplicación de transporte privado. Al llegar al lugar, recibió las instrucciones. No fue hasta ese momento que le ordenaron matar a una persona llamada Miguel Uribe Turbay. En el mitin, el joven no sabía quién era ni logró reconocer a nadie hasta que preguntó a una mujer presente, quien inocentemente le señaló al senador, que hablaba entre un nutrido grupo de personas.

Ese fue el momento en el que levantó su arma y abrió fuego contra Uribe Turbay. El senador recibió tres impactos de bala, uno de ellos alojado en su cabeza, lo que mantiene su salud en un estado bastante crítico. Solo después de esto, el joven comprendió quién era Uribe Turbay y la magnitud de lo ocurrido. Sus declaraciones, posteriores a su captura, han sido tan claras y precisas que han permitido la detención de sus cómplices y la identificación de otras personas que participaron en el atentado, según informa 'Semana'.

Tras su detención y la colaboración brindada, las autoridades han implementado medidas de seguridad para el adolescente y para la abuela del menor, quien lo ha cuidado y a quien el joven pidió proteger de posibles represalias por parte de la banda criminal. Ha sido trasladado temporalmente al búnker de la Fiscalía y se evalúa un posible cambio de identidad y la reubicación de sus familiares.

La decisión de proteger su seguridad de forma extrema generó críticas. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro explicó que estas medidas son necesarias para garantizar el esclarecimiento del caso. Por esa razón, ha ordenado «que se le cuide al máximo, porque fue capturado relativamente bien, pero durante la captura fue golpeado violentamente por civiles y llegó a UCI».

El menor de edad también recibió un impacto de bala en un pie cuando intentaba huir. El disparo fue una respuesta de los miembros de seguridad del equipo de Uribe Turbay, ya que, según el equipo del senador, la Policía no respondió al ataque ni veló por la seguridad del precandidato, a pesar de haber recibido más de medio centenar de solicitudes.

El relato del joven ha permitido a las autoridades colombianas identificar a tres personas que lo acompañaron en un vehículo antes de cometer el crimen. El joven llegó al lugar cuatro horas antes del atentado y estuvo con alias El Costeño, su novia y un conductor, que ya ha sido detenido. Estas personas le entregaron la logística del atentado, las instrucciones y la Glock.

En el momento de su detención, el joven fue interrogado sobre su familia. Aseguró que su madre falleció cuando él era pequeño y que su padre ha sido una figura ausente en su vida. A los ocho años, recibió «una brutal golpiza« de su padre, y años después, este se mudó a Polonia, donde estaría trabajando como mercenario en la guerra de Ucrania, según el medio colombiano. En los últimos años, el joven ha sido un consumidor habitual de drogas, según reconoció en su propio relato.