Hermanas de Italia: Giorgia y Arianna Meloni se unen para blindar su poder
La primera ministra italiana se fortalece en el Palacio Chigi y en Hermanos de Italia, el partido que lidera, con el polémico nombramiento como número 2 de su 'sorella'
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La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y su hermana, Arianna
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, blinda su poder con cambios que suponen una revolución en su partido y en el Palacio Chigi, sede de la jefatura del Gobierno. Meloni encumbra a su hermana Arianna (48 años), 18 meses mayor ... que ella, nombrándola jefa de la secretaría política de Hermanos de Italia. En la práctica, Arianna se convierte en la número 2 del partido que fundó Meloni en diciembre de 2012. Tendrá, entre otras funciones, la responsabilidad de la supervisión de las listas electorales y de las inscripciones de miembros del partido.
Aparte de ser consejera de máxima confianza de la primera ministra, hasta ahora Arianna Meloni nunca ocupó un puesto político de primera fila. Trabajó en la administración de la región del Lazio, siempre con un contrato precario, sin nómina fija para evitar polémicas. Arianna está casada con el ministro de Agricultura y de la Soberanía Alimentaria, Francesco Lollobrigida, que hoy está en el centro de una polémica por asegurar que «los pobres comen mejor que los ricos».
Al estrechar el círculo que la rodea, la primera ministra pretende blindarse ante las batallas socioeconómicas que deberá afrontar en otoño. Los medios italianos consideran que Giorgia Meloni ha dado a su hermana un papel de liderazgo en el partido ante su creciente preocupación por no controlar como ella quisiera a su criatura política, por la falta de confianza en quienes no forman parte del círculo de sus leales. Por la misma razón, Meloni ha confiado la coordinación de la comunicación entre el Gobierno, el partido y el Parlamento a Giovanbattista Fazzolari, subsecretario para la implementación del programa del Ejecutivo. La primera ministra dice que confía en Fazzolari «más que en cualquier otro». De hecho, es el mejor amigo y su brazo derecho político.
Giorgia Meloni ha sorprendido con estos nombramientos –seguirán otros próximamente–, especialmente con el de su hermana, porque rompe con el modelo tradicional de un partido de las derechas en Italia. Hasta ahora, era habitual que la derecha se mostrara orgullosa de su condición de partido 'verdadero', estructurado, con jerarquías determinadas por los congresos. De hecho, algunos destacados miembros del partido de Meloni pedían la celebración de un congreso, rechazado de inmediato por el círculo de la primera ministra. Meloni lo evita porque no quiere que haya corrientes en su fuerza política. Ahora, Hermanos de Italia, dirigido por Giorgia y Arianna, es llamado, irónicamente, Hermanas de Italia. El lanzamiento de Arianna a la arena política la sitúa ya como muy probable candidata a las próximas elecciones europeas.
Polémico cuñado
En el partido de familia juega un papel destacado el ministro de Agricultura y Soberanía Alimentaria, Francesco Lollobrigida, compañero de Arianna desde hace una veintena de años. Tienen dos hijos. El ministro ha creado gran polémica con esta declaración sobre alimentación: «En Italia tenemos una educación alimentaria interclasista: a menudo los pobres comen mejor, porque compran productos de calidad al productor y a bajo coste». En la oposición y en las redes sociales se lanzan duras críticas a Lollobrigida, señalando que vive fuera de la realidad.
En general, al ministro se le pregunta en los medios si ha observado alguna vez en el supermercado cómo muchas personas ante las estanterías, con la mirada fija en los precios porque apenas llegan con dinero a fin de mes, llenan el carrito con los productos rebajados o que cuestan menos, y a menudo lo que cuesta menos es porque es de inferior calidad.
En la red social X, a Francesco Lollobrigida le responde con ironía Andrea Orlando, exministro de Trabajo y de Política Social, del Partido Democrático: «Para el ministro, los pobres suelen comer mejor que los ricos. Por eso han eliminado la renta de ciudadanía [un subsidio para los parados y personas frágiles]. Hay que hacer algo por los ricos que, pobrecillos, comen mal».