Habla la senderista que encontró el cráneo de Émile en Francia: «Sabía que era él»
La mujer sexagenaria lo halló en medio del camino, «todo blanco y limpio». Han pasado nueve días hasta que ha podido contar su relato
Un cráneo hallado, la sospecha de que pudo ser trasladado... las incógnitas del caso del niño Émile en Francia
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Iniciar sesiónHabían pasado casi nueve meses desde que el pequeño Emile desapareció en extrañas circunstancias. El niño de dos años y medio jugaba en casa de sus abuelos de Haut-Vernet el día 8 de julio de 2023 la última vez que lo vieron. Algunos ... testigos aseguraron que dos adultos lo acompañaban por la calle. Hasta el 30 de marzo de 2024, no se volvió a saber nada sobre su paradero.
Hacía un mal día aquel Sábado Santo, pero no fue motivo suficiente para evitar que una mujer sobre la sesentena saliese a hacer senderismo cerca de Haut-Vernet, cuando un hallazgo inesperado cambiaría el rumbo de la investigación de Émile. «Es un camino muy transitado, sobre todo en verano», aseguró al medio francés 'BFMTV' el pasado martes 9 de abril, sobre un paseo que hacía «un mes, mes y medio» que no recorría. Allí, «en mitad del camino», apareció un pequeño cráneo, «todo blanco y limpio. Sólo le faltaban los dientes de arriba», relató la senderista.
La muerte del pequeño Émile en Francia sigue sin explicación pese al hallazgo del cráneo
Los exámenes de los restos no han revelado «ningún traumatismo»
Han tenido que pasar 9 días desde el hallazgo para que la mujer preste declaraciones a la prensa. Cuando se refiere al cráneo, habla de «la cosa», porque prefiere no revivir la imagen en su mente y la conmoción que supuso encontrar los restos óseos. No ha escondido que está «mental y físicamente agotada por todo esto».
En el momento que vio la calavera, la mujer jubilada asegura que no tenía dudas sobre lo que acababa de encontrar: «Sabía que era él». No es de extrañar, puesto que el caso del pequeño Émile ha sido seguido muy de cerca durante todo este tiempo en el país vecino. «Lloré y luego me calmé», continúa la mujer. «Podría haberlo dejado, pero entonces, cuando volviera, ya no estaría allí. Por eso lo recogí, porque en días así, la montaña cambia de un momento a otro».
Con el cráneo bajo el brazo, comenzó a correr en dirección contraria, camino a su casa. «Rápido, rápido, rápido, tengo que recuperar la cosa y la policía encontrará al culpable (...) la investigación avanzará por fin», se dijo a sí misma. La llevaba lo más alejada posible de sí; «sentir la forma tocando mi cuerpo me aterrorizaba», recuerda. «Por fin la madre y el padre van a poder enterrarlo. Van a poder saber lo que ocurrió», asegura que pensó en aquel momento.
La policía acudió a su casa tras informar la mujer de lo que había encontrado. Antes de llevarse los restos, acudieron con la sexagenaria al lugar del hallazgo. Poco después, la mujer acompañó a los agentes a la comisaría a prestar declaración. Durante la entrevista se muestra soirprendida porque al dá siguiente, la policía se presentaron en su casa con una orden de registro e incautación, con la que requisaron sus aparatos electrónicos durante una semana. Según 'BFMTV', la mujer nunca estuvo detenida ni se sospechó de su inocencia.
«Ojalá encuentren la paz. Que Dios les dé paz», deseó la jubilada a los padres de la víctima.
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