Guterres ataca a Rusia con Lavrov como presidente del Consejo de Seguridad de la ONU

El jefe de la diplomacia de Vladimir Putin, Sergei Lavrov, se desplazó hasta la ciudad estadounidense y convocó una reunión en el Consejo de Seguridad con un título que dejaba clara sus intenciones: 'Defender la Carta de la ONU', en medio de una guerra que se alarga ya más de un año y en la que la gran mayoría de la comunidad internacional le acusa de lo contrario, es decir, de violar la Carta de la ONU con su agresión a la soberanía y a la integridad territorial de Ucrania.

El encargado de abrir la reunión fue el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que no dejó pasar la oportunidad para atacar la agresión de Rusia pese a la presencia de uno de sus mandamases.

«El sistema multilateral está en su peor momento desde la creación de Naciones Unidas», dijo Guterres, que advirtió que los riesgos de conflicto «por infortunio o malos cálculos» están también en máximos históricos. Con Lavrov sentado a su lado y con mirada impertérrita, Guterres insistió en que la invasión de Ucrania por parte de Rusia «en violación de la Carta de Naciones Unidas y de la legislación internacional está causando sufrimiento y devastación enormes al país y a su gente».

Después se repitió el guión habitual y esperado: las potencias occidentales condenaron a Rusia y esta expuso su retrato alternativo de la situación. Lavrov defendió la operación militar de Rusia y acusó a EE.UU. y sus socios de hacer más peligroso el mundo con su apoyo al Gobierno de Kiev. «Como en la Guerra Fría, hemos llegado a un umbral peligroso, incluso más peligroso que entonces», dijo. «La situación ha empeorado por la falta de confianza de el multilateralismo», dijo el ministro de Exteriores ruso, que criticó la posición de las otras potencias: «Nadie ha dado permiso a que la minoría de Occidente habla por boca de toda la humanidad».

Los embajadores de las potencias europeas con asiento permanente en el Consejo -Reino Unido y Francia, al igual que lo tienen EE.UU., Rusia y China- criticaron el «cinismo» de Lavrov y exigieron que Rusia dé el paso que acabará con la guerra: la salida de sus tropas de territorio ucraniano.

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«El hipócrita convocante de hoy, Rusia, ha invadido a su vecino, Ucrania, y ha golpeado el corazón de la Carta de la ONU», dijo la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfiedl. «Esta guerra ilegal, no provocada e innecesaria va contra nuestro más sagrado principio: que una guerra de agresión y de conquista territorial nunca es aceptable».

Tras el festival de acusaciones cruzadas, estaba previsto que Lavrov y Guterres mantuvieran una reunión el lunes por la tarde. En ella, una de las principales cuestiones será la extensión del acuerdo, mediado por la ONU, para la salida de grano ucraniano a través del Mar Negro. El acuerdo expira el 18 de mayo y la ONU lo considera esencial para mantener el suministro de alimentos a nivel global.