La Guerra entre Hamás e Israel se traslada a las calles alemanas

Los más preocupantes son los 345 delitos violentos, incluidos 201 actos de resistencia y 50 lesiones físicas. La mayoría de ellos tuvieron lugar en alguna de las muchas manifestaciones de grupos propalestinos, en las que se registraron además 93 actos de incitación. Además, se han presentado en estas semanas 21 denuncias de coacción y amenazas. Los números ofrecen una importante pista sobre cómo ha cambiado el día a día en la capital alemana.

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Todas las investigaciones relacionadas con estos delitos las lleva a cabo la policía de la Oficina de Seguridad del Estado (LKA), que se encarga de los delitos políticos. La Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) ha contabilizado en conjunto más de 2.600 delitos en todo el país en relación con el conflicto de Oriente Medio, principalmente daños a la propiedad, incitación al odio y resistencia a la autoridad. El número de delitos violentos se sitúa en el rango medio de los tres dígitos.

La jefa de la policía de Berlín, Barbara Slowik, ha lamentado «imágenes insoportables que nos hubiera gustado evitar», después de manifestaciones como la que se produjo sin haber sido convocada legalmente en la Potsdamer Platz de Berlín, en la que se produjeron 127 detenciones, 76 denuncias penales y 68 administrativas, la mayoría de ellas por haber causado heridas a 24 agentes de policía.

En esta manifestación funcionó una dinámica que se ha convertido ya en el día a día de los agentes y que dificulta enormemente su trabajo. Apenas proceden a pedir la documentación de un grupo, se convocan por redes sociales simpatizantes que acuden de inmediato desde cualquier punto de la ciudad convirtiendo la situación en incontrolable. «Berlín tiene una comunidad palestina y árabe grande, seguramente más grande que muchas ciudades alemanas, y su capacidad de movilización instantánea en muy sorprendente», reconoce Slowik.

El otro foco de delitos relacionado contra Oriente Medio se produce contra las propiedades de ciudadanos judíos, además de algunas agresiones verbales. «Se presentan denuncias por daños a comercios judíos, por amenazas, y la reacción policial es poner patrullas de protección, dos agentes en la puerta al menos durante las horas de más peligro», reconoce el presidente del Consejo Judío, Joseph Schuster, que agradece que el gobierno alemán y la policía ofrezcan este tipo de protección. El canciller Scholz ha declarado estos delitos como una «vergüenza para Alemania».

La policía alemana no especifica el origen de las personas que protagonizan estos delitos. La impresión general es que a menudo se trata de personas de procedencia árabe. Entre los alemanes, uno de cada dos apoya las acciones militares de Israel tras los ataques terroristas de Hamas y el 50 por ciento cree también que la acción militar de Israel en la Franja de Gaza está justificada, según las encuestas. Solamente el 35 por ciento de los alemanes considera que se trata de una reacción desproporcionada.

Así se desprende del barómetro político de ZDF y Tagesspiegel, que refleja también que sólo el 23 por ciento de los encuestados cree que Israel logrará debilitar a Hamás hasta el punto de que ya no represente una amenaza. El 54 por ciento está de acuerdo con el alcance del apoyo del gobierno alemán a Israel, el 21 por ciento considera que va demasiado lejos y el diez por ciento quisiera más medidas de apoyo. Esta opinión política no se refleja en la calle, en la que proliferan las manifestaciones propalestinas en las que se denuncia en las pancartas: «Israel bombardea, Alemania financia» y en las que muchos de los participantes son visiblemente de origen extranjero.