Guatemala elegirá presidente este domingo, tras ser apartados de la carrera los tres favoritos

La carrera presidencial, que acapara todas las miradas de la comunidad internacional y de los más de 9 millones de guatemaltecos aptos para votar, no cuenta con un favorito claro. Sobre todo tras la negativa de inscripción del candidato Carlos Pineda, del partido de derecha Prosperidad Ciudadana, que lideraba las encuestas de abril con 25% de intención de voto y más de 10 puntos porcentuales sobre el resto de candidatos. La salida del también llamado «candidato tiktoker» por su exitosa campaña en la red social china, sembró dudas en torno al proceso electoral y repartió el voto entre varios candidatos, tanto de izquierda como de derecha.

Ahora se disputan la presidencia por lo menos cuatro candidatos: el diplomático de centroderecha Edmond Mulet, del partido Cabal, la candidata socialdemócrata Sandra Torres, del partido UNE, la candidata de extrema derecha Zury Ríos, del partido Valor-Unionista, y el candidato del oficialismo, Manuel Conde, del partido Vamos que llevó a la presidencia a Alejandro Giammattei (2020-2024). Ninguno suma, según las dos últimas encuestas publicadas en los medios de comunicación, más de un 20% de intención de voto. De acuerdo con el último sondeo de la firma CID Gallup, Torres encabeza la carrera con 23% de intención de voto, seguida por Mulet, con 21%, Ríos con 19% y Conde, con 5%. Analistas pronostican que será una carrera muy ajustada que seguramente terminará con dos candidatos a segunda vuelta, puesto que las probabilidades de que alguno gane la primera vuelta con más del 50% de los votos es mínima, por no decir nula.

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Por otra parte, la carrera por los escaños en el Congreso, que se renueva en su totalidad, pareciera menos ajustada pero sí más fraccionada. Los guatemaltecos elegirán 160 diputados entre una oferta de 28 partidos políticos. Expertos y analistas consultados coinciden en que será la bancada del partido socialdemócrata UNE, la que se llevará la mayoría de los escaños, entre 40 y 45. Y no es para menos. La de «los verdes», como suelen ser llamados por el color oficial del partido, ha sido la bancada más fuerte desde 2011, cuando fue electo como presidente Álvaro Colom (2007-2012), fundador del partido y exesposo de Sandra Torres, quien ahora se ha convertido en la figura más popular de la UNE y que ha participado por la contienda presidencial desde 2015, llegando a disputar la segunda vuelta en dos ocasiones.

Detrás de los verdes, se prevé que tres partidos de derecha alcancen un importante número de escaños. Las proyecciones son para el partido oficialista Vamos, entre 30 y 35 escaños, el partido de centroderecha Cabal, entre 20 y 25 escaños, y el partido de extrema derecha Valor-Unionista, entre 15 y 20 escaños. El resto, unos 55 escaños, se repartirían entre partidos más pequeños y conservadores, como CREO y VIVA, y partidos progresistas, como VOS, Semilla, Winaq y el de extrema izquierda, Movimiento para la Liberación de los Pueblos.

Lo que es un hecho es que el Congreso que legislará de 2024 a 2028 será, a todas luces, uno fracturado entre más de diez bancadas que tendrán que pactar entre ellas para poder sacar adelante la agenda legislativa, que suele estar impulsada por el oficialismo. Algo parecido a lo que sucedió en la legislatura anterior, 2020-2024, cuando se creó una coalición de 12 partidos de derecha que juntos sumaban más de los 80 votos requeridos para aprobar los proyectos legislativos.

Son, además, las primeras elecciones en las que el llamamiento al voto nulo comienza a fortalecerse. Los tres candidatos excluidos de la contienda presidencial, el antisistema Roberto Arzú, la lideresa indígena Thelma Cabrera y el empresario Carlos Pineda, han llamado al voto nulo. De acuerdo con sus publicaciones y comunicados compartidos en redes sociales, en este contexto, «votar nulo es votar con dignidad». De acuerdo con la Ley Electoral y de Partidos Políticos, el voto nulo tiene el poder de anular las elecciones si acaso llega al 50% más uno de los votos válidos emitidos. Sin embargo, el nulo nunca ha sido un voto fuerte. En la contienda anterior, esta manera de votar alcanzó a penas el 4,16% en primera vuelta y el 4,57% en la segunda vuelta.

En las elecciones de 2019, Cabrera obtuvo el cuarto lugar, con el 10.37 % de votos, y Arzú el quinto lugar con 6.08 %. Los actuales candidatos Sandra Torres y Emond Mulet obtuvieron 25.53% y 11.22%, respectivamente. Medios, observadores y analistas internacionales pronostican una segunda vuelta entre Torres y Mulet, pero en Guatemala nadie se atreve a cantar victoria. El país ha demostrado, al menos desde 2015, que en elecciones como éstas, las sorpresas son la nueva normalidad.