El malestar por el accidente de tren incendia las calles de Grecia
Miles de griegos salen en una nueva jornada de huelgas y parones en los principales sectores del país
Rabia, inseguridad e incertidumbre: la exaltación social en Grecia
La policía persigue a los manifestantes en medio de gases lacrimógenos y cócteles molotov en el centro de Atenas,
Grecia se ha vuelto a paralizar para protestar por el fatídico accidente tras el choque de dos trenes que el pasado 28 de febrero, dejó 57 muertos y decenas de heridos.
La huelga general, convocada por los principales sindicatos del país, ha sido secundada ... por múltiples sindicatos y asociaciones de trabajadores que se han unido para pedir que los culpables, directos e indirectos del suceso, sean castigados. El sindicato del sector privado, GSEE, había convocado una concentración frente a la plaza del Parlamento, mientras que el del sector público, ADEDY, en la céntrica plaza de Klafmonos.
Los barcos, tanto de pasajeros como de mercancías, han permanecido amarrados a los puertos mientras que todos los vuelos de las dos compañías aéreas griegas han sido cancelados.
En Salónica, Patras, Larisa y Atenas, cientos de personas se han echado a las calles para pedir que se esclarezca toda la verdad y que todos los culpables sean llevados ante la Justicia.
La manifestación se ha disuelto sobre las 14 hora local cuando varios encapuchados han empezado a lanzar cocteles molotov y piedras contra los antidisturbios, que han contestado lanzando gas lacrimógeno contra los violentos.
La huelga es la última de una serie de protestas desde la colisión frontal de un tren de pasajeros que transportaba a más de 350 personas, la mayoría estudiantes universitarios.
Los manifestantes acusan al gobierno conservador y al sistema político del país de hacer la vista gorda ante los reiterados llamados de los sindicatos por las deficientes medidas de seguridad en la vía ferroviaria.
El gobierno, cuyo mandato finaliza en julio, ha reconocido las deficiencias debidas a la falta de inversión y la negligencia, un legado de la crisis de deuda de Grecia que duró una década, pero ha culpado del colapso principalmente a un error humano.
Cuatro trabajadores ferroviarios han sido detenidos y acusados de interrumpir el transporte público provocando muertes.
Desde el accidente, los trabajadores ferroviarios han organizado huelgas continuas exigiendo que el gobierno tome medidas para renovar el sector.
Los servicios de pasajeros y carga se han detenido desde el 1 de marzo. El transporte urbano también se vio interrumpido el jueves cuando el personal del metro realizó paros laborales y los taxistas se unieron a la huelga.
Hasta ahora, el único imputado por el fatídico accidente es jefe de la estación de Larisa, que se olvidó de girar las agujas de la vía, provocando que los dos convoyes circulasen durante más doce minutos por la misma vía y chocasen de forma frontal a unos 5 kilómetros de la estación.