El G-20 critica la guerra de Ucrania pero no condena a Rusia
La cumbre de Delhi modera su lenguaje para consensuar una declaración final y no acabar en un fracaso
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El fantasma del fracaso sobrevolaba la cumbre del G-20 en Nueva Delhi, pero finalmente no llegó a posarse sobre ella. Logrando lo que había sido imposible durante las reuniones ministeriales de todo este año, sus dirigentes consensuaron una declaración conjunta que fue aceptada ... tanto por los países de Occidente, como Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea, como por las potencias emergentes, entre ellas Rusia y China.
Debido a su enfrentamiento por la guerra de Ucrania, que ponía en peligro la firma de un comunicado final, la presidencia india tuvo que hilar fino para sacar adelante un texto que agradara a todas las partes. Al final, todas tuvieron que ceder en algo.
La Declaración de Líderes de Nueva Delhi modera su lenguaje con respecto al comunicado de Bali emitido por el G-20 el año pasado y no condena la invasión rusa de Ucrania, pero sí critica su impacto negativo. «Reafirmando que el G-20 es el principal foro para la cooperación económica internacional, y reconociendo que no es una plataforma para resolver asuntos geopolíticos y de seguridad, admitimos que estas cuestiones pueden tener consecuencias significativas para la economía global», reza uno de los ocho puntos del texto dedicados a Ucrania.
Para empezar, destaca el «inmenso sufrimiento humano y el impacto adverso de las guerras» y reitera las distintas posturas nacionales ya manifestadas en las resoluciones aprobadas en la ONU, mayoritariamente en contra de la invasión rusa. En línea con su Carta de Declaraciones, el comunicado reclama que «todos los países deben abstenerse de las amenazas o el uso de la fuerza para buscar adquisiciones territoriales que van en contra de la soberanía e integridad o independencia política de cualquier Estado». En velada alusión a Putin, recuerda que «el uso o amenaza de armas nucleares es inadmisible».
La declaración también «destaca el impacto de la guerra de Ucrania sobre la seguridad alimentaria y energética global, las cadenas de suministro, la estabilidad macrofinanciera y la inflación y el crecimiento, que han complicado el ambiente político de los países, especialmente los que estaban todavía recuperándose de la pandemia del Covid-19». Pero también aclara que «hay diferentes puntos de vista e interpretaciones».
Por ese motivo, y «enfatizando la importancia de alcanzar la seguridad alimentaria y energética», pide «el cese de la destrucción militar u otros ataques sobre infraestructuras». Sin señalar a nadie, el G-20 «apela a todos los Estados a respetar la ley internacional, incluyendo la integridad territorial y la soberanía, la ley humanitaria y el sistema multilateral que salvaguarda la paz y la estabilidad». A tenor de la declaración, «la resolución pacífica de los conflictos, la diplomacia y el diálogo son fundamentales».
Riesgo de fractura
A pesar de la vaguedad de algunos puntos y de su falta de contundencia con respecto a Bali, era esto o nada, pues el G-20 corría un serio riesgo de romperse si la cumbre se cerraba sin una declaración conjunta. «Hemos alcanzado un gran consenso sobre Ucrania», se congratuló ante la prensa el ministro de Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, quien no ocultó las dificultades del acuerdo. «Esta es una declaración de 83 puntos y tiene mucho contenido. Pero, por el conflicto actual y las fuertes opiniones al respecto, ha necesitado mucho tiempo, especialmente los últimos días, debido a las cuestiones geopolíticas sobre la guerra de Ucrania», detalló.
Además, señaló que el comunicado reconoce las diferencias sobre la guerra porque «hemos sido transparentes, ya que este es un asunto muy polarizado con múltiples opiniones». Para llegar al consenso, explicó que «todo el mundo ha ayudado» y destacó especialmente la labor de las potencias emergentes, sobre todo la sucesión de presidencias entre Indonesia, India, Brasil y Sudáfrica.
Por eso, confió en que la cumbre de Nueva Delhi, que termina hoy, traiga también un acuerdo sobre el corredor del grano del mar Negro debido a que «el ministro de Exteriores ruso, la delegación de Turquía y el secretario general de la ONU están aquí». Si fuera así, la cumbre se cerraría con éxito en lugar de simplemente evitar el fracaso.