Un futuro nuclear y femenino: Corea del Norte presume de misiles y heredera en un desfile militar nocturno

No hay más información al respecto que la serie de imágenes compartidas por KCNA, la agencia estatal de noticias, y los detalles que a partir de ellas se extraen. Se espera, no obstante, que el aparato de propaganda difunda una grabación oficial a lo largo del día de hoy, como en citas previas.

El acontecimiento ha estado presidido por Kim Jong-un, ataviado con un largo abrigo y un sombrero de fieltro negro. Se trata de una indumentaria similar a la empleada por su abuelo y fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, quien da nombre a la céntrica plaza que esta noche ha acogido el 13º desfile militar desde la llegada al poder del joven dictador en 2011.

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Kim ha aparecido sonriente, saludando a las masas rodeado de las principales figuras del régimen. Sin embargo, no hay compañía más significativa que la niña que ha entrado de su mano, y en algunas fotografías permanece a su lado en el podio.

Se trataría de Kim Ju-ae, la segunda de sus tres hijos, de unos doce años de edad. Su presencia hoy afianza la hipótesis de que la niña estaría siendo preparada para asumir en el futuro la dirección del país, lo que haría de ella la primera jerarca mujer del linaje comunista. Asimismo, el líder tiene por mano derecha a su hermana pequeña, Kim Yo-jong, a quien a menudo se ha señalado como sucesora en caso de incapacitación repentina.

Ju-ae ya protagonizó ayer una cena de gala en una sede del Ejército. La niña ocupó el centro de la mesa entre su padre y su madre, Ri Sol-ju, flanqueados a su vez por la cúpula militar. «Para [alcanzar] la paz permanente, la prosperidad y el desarrollo de esta tierra, hemos logrado una fuerza enorme y absoluta, sobrellevando a la vez grandes sufrimientos y dolor», proclamó entonces Kim, en presumible referencia a las armas nucleares del país.

Pese al hermetismo norcoreano, las fotografías de KCNA no suponen la única prueba de lo sucedido. La escena nocturna se complementa con las imágenes satelitales obtenidas por la firma estadounidense Maxar Technologies. Estas muestran varias decenas de misiles balísticos intercontinentales. Entre ellos, hasta once Hwasong-17, una cantidad sin precedentes. Este modelo, que ultimó sus pruebas el año pasado, representa la joya del arsenal, pues es capaz de portar armas nucleares y golpear cualquier punto del globo.

Precisamente, la pequeña Ju-ae fue presentada en sociedad –con un peinado más infantil– en noviembre del año pasado, acompañando a su padre durante la supervisión de los ensayos balísticos de este misil. Un paralelismo que podría constituir, asimismo, un símbolo propagandístico para ilustrar la importancia de las armas nucleares a la hora de garantizar la supervivencia del régimen.

Muchos de los modelos exhibidos hoy permanecen todavía por identificar, aunque todo apunta que Corea del Norte habría mostrado un misil balístico intercontinental propulsado por combustible sólido, lo que supondría un sustancial avance. Sus fuerzas armadas habrían fijado esta cuestión como prioritaria, pues el empleo de combustible líquido alarga en gran medida el proceso de disparo y facilita la localización de las unidades. Ahora bien: también existe la posibilidad de que, como en ocasiones anteriores, tan solo se trate de un prototipo. Para el futuro de Corea del Norte, nada importa más que misiles y herederas, por eso de nada se sabe menos.