Las fuerzas aéreas alemanas, «listas para un museo»: un inspector urge la modernización de la Luftwaffe

Alemania se niega a enviar aviones a Ucrania para evitar una escalada del conflicto, pero tampoco está en capacidad de hacer grandes donaciones

El pacto alemán con la industria del armamento: producción masiva para un rearme a tiempo

Un helicóptero militar vuela durante una visita del ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius Bundeswehr en Hammelburg, Alemania Reuters

Rosalía Sánchez

Corresponsal en Berlín

Alemania sigue negándose a enviar aviones de combate a Ucrania, a pesar de que Zelensky los pide con insistencia, alegando que supondría un irresponsable paso de escalada en el conflicto. Pero lo cierto es que Alemania tampoco está en condiciones de hacer grandes donaciones en ... lo que a aviones se refiere.

Así de claro lo acaba de decir el inspector de la Luftwaffe, el teniente general Ingo Gerhartz, que ha calificado la tecnología por la que se caracterizan las fuerzas aéreas alemanas como «lista para un museo». Y no era una forma de hablar. «Nuestro helicóptero de transporte actual, por ejemplo, ya está efectivamente en el Museo Alemán», ha dicho en declaraciones a Handelsblatt.

La Bundeswehr ha estado utilizando el Sikorsky CH-53 como helicóptero de transporte desde la década de 1960. Está previsto que estos modelos se eliminen gradualmente hasta 2030, a más tardar. El verano pasado, fueron encargados 60 helicópteros Chinook del fabricante estadounidense Boeing como sucesores. Con hasta 12.000 millones de euros, el pedido podría costar el doble de lo previsto. Se trata de 60 CH-47F Chinook fabricados por Boeing que Estados Unidos ha autorizado «para apoyar la política exterior y de seguridad de un aliado de la OTAN que es una fuerza clave para la estabilidad política y económica de Europa».

Y los cazas no presentan un diagnóstico mucho más favorable: «se necesita demasiado esfuerzo para que el Tornado despegue: hay casi 200 horas de trabajo técnico detrás de cada hora de vuelo de ese avión», apunta sobre los 85 Tornado que componen las existencias alemanas del modelo.

Para subsanar esa situación, Estados Unidos ha autorizado también la venta a Alemania de 35 aviones de combate F-35, junto a municiones y accesorios por un valor estimado de 8.400 millones de dólares. El destino de estos F-35 es reemplazar a los Tornado, especialmente su tarea de portadores de la bomba atómica. Las municiones incluyen la bomba nuclear B-61, que se almacena bajo control estadounidense en la base aérea de Büchel. La compra de los F-35, por cierto, ha disgustado profundamente al gobierno de Francia, que hubiese preferido que Berlín optase por nuevos Eurofighter, de los que ya tiene 138 unidades en sus hangares y de los que solamente ha encargado 15 nuevas unidades. Cabe recordar que, solamente en España, el desarrollo del Eurofighter asegura 26.000 empleos directos hasta 2060.

Dada esta situación y al menos hasta que los pedidos sean entregados, Gerhartz admite que la posible participación de Alemania en la coalición de aviones de combate para Ucrania sería muy problemática. «Aquí estoy completamente con el canciller», señala, recordando que Alemania se implica en la medida de sus posibilidades y que ha renunciado en favor de Kiev a un sistema de defensa aérea Patriot y está entrenando en su uso a los soldados ucranianos, que también recibirán sistemas de defensa aérea Iris-T SLM adicionales.

Todo esto prueba, en su opinión, que el presupuesto extraordinario de 100.000 millones de euros, con el que el gobierno alemán espera modernizar la equipación el ejército, sólo puede entenderse como «financiación inicial para importantes proyectos de modernización». «Además necesitamos urgentemente aumentar el presupuesto regular de defensa al 2%de la producción económica, por ejemplo, para adquirir municiones».

Afortunadamente, Alemania no está en guerra, pero aún así estas carencias se dejan sentir en el día a día. Esta semana el Air Bus de la Fuerza Aérea en el que viajaba la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, en vista oficial a Qatar, despegó con dos horas de retraso debido a un problema técnico y sólo pudo despegar de regreso con un día de retraso por la falta de una pieza defectuosa que tuvo que ser trasladada a Doha desde Alemania, para que el avión siguiese funcionando.

El ejército de Tierra también reconoce calvas en su equipación e igualmente trata de poner remedio, en este caso con mayor participación de la industria nacional. El constructor de tanques de Munich Krauss-Maffei Wegmann (KMW) acaba de presentar la última versión de su tanque BOXER RCT 30, un blindado con ametralladora de a bordo de 30 mm (tipo MK 30-2/ABM) fabricada por Düsseldorf Rheinmetall e integrada en una torre no tripulada y que puede seguir al tanque de batalla principal Leopard 2 fuera de la carretera. La responsable de Defensa del Partido Liberal (FDP), Marie-Agnes Strack-Zimmermann, ha asegurado que los RCH-155 enviados a Ucrania serán remplazados de inmediato en los arsenales de las fuerzas armadas alemanas por cien nuevas de estas unidades.

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