La Iglesia pide al Gobierno argentino mantener la asistencia alimentaria «sin dilación»

«El pedido del pan de cada día es un clamor de Justicia. El libro sapiencial de Tobías, que encontramos en el Antiguo Testamento, nos enseña: 'No apartes tu rostro del pobre' (Tb 4,7). Entre las necesidades primarias, está el alimento. Por eso Jesús, se identifica con los últimos en la fila de la vida, que padecen hambre», expresa el documento, en el que se advierte también: «Como obispos, en el trato pastoral con la gente sencilla, hemos aprendido que 'un plato de comida no se le niega a nadie'. Es que, en nuestra Patria, nadie debería pasar hambre, ya que es una tierra bendita de pan. Sin embargo, hoy, a cientos de miles de familias se les hace cada vez más difícil alimentarse bien».

El comunicado de la Iglesia llega en un contexto de grave crisis social y en el cual, con la pobreza por encima del 55% y una inflación mensual que supera el 20%, se golpea con fuerza la capacidad de compra de los argentinos. En ese escenario, este lunes cientos de ciudadanos en reclamo de alimentos hicieron una larguísima fila con el objetivo de reunirse con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, pero esta no los recibió.

«Ministra Sandra Pettovello, ud quería que hagamos fila contra el hambre para contarle la situación que vivimos en los barrios populares. Acá estamos, en la puerta del Ministerio de Capital Humano. La fila llega a la Av. Belgrano. 70 % de los niños son pobres. Exigimos respuestas», escribió en sus redes sociales la secretaria adjunta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), Dina Sánchez, quien participó de la protesta.

La manifestación se produjo luego de que en los medios locales se diera a conocer que el Gobierno dejó de enviar fondos y alimentos a los comedores comunitarios. La semana pasada la ministra había dicho a los medios: «Yo voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre».

En Argentina el encuentro entre Milei y el Papa Francisco, que tendrá lugar el lunes próximo en la ciudad de Roma, se vive con gran expectación habida cuenta de que hace apenas cinco meses, y en plena campaña electoral por la presidencia, el actual mandatario había acusado al Sumo Pontífice de avalar «el robo» y de tener «afinidad con comunistas asesinos».

Como respuesta a sus acusaciones, el Papa había desmentido ser comunista y había advertido a sus compatriotas sobre el entonces candidato a la Casa Rosada. «Le tengo mucho miedo a los flautistas de Hamelin», había dicho.

Si bien semanas más tarde el presidente argentino intentó un acercamiento a través de una carta enviada al Sumo Pontífice, todavía genera intriga en Argentina cómo puede desarrollarse el encuentro entre ambos.