Doscientos kilómetros abarca la línea del frente sur de Jersón ahora habitada por dos ejércitos que luchan entre sí, uno por la supervivencia de su nación y otro por la total aniquilación de Ucrania y los valores de libertad y democracia que representa Occidente.
La contraofensiva ucraniana en el sur es estratégica desde un punto de vista militar para el futuro del país. El río Dnipro es una defensa natural formidable. Por ello, las actuales posiciones rusas en la orilla occidental del río, en Jersón, son un terreno vital.
Si un alto el fuego o cualquier tipo de acuerdo suspende la contraofensiva ucraniana contra las tropas del Kremlin con los rusos todavía en posesión de este territorio, las perspectivas de una nueva ofensiva en el sur de Ucrania, en un futuro cercano, mejorarían enormemente los planes de guerra del presidente Putin. Por el contrario, si Ucrania recupera el control de toda la orilla occidental del Dnipro, los rusos encontrarían extraordinariamente difíciles los ataques terrestres contra el suroeste de Ucrania.
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