La fraudulenta victoria de Maduro confronta a Boric, a su coalición de gobierno y al Partido Comunista chileno

La negativa del PC a criticar las elecciones presidenciales en Venezuela no sólo los tiene enfrentados con el presidente Gabriel Boric y el resto de sus socios, sino que también han dejado entrever la división que hay dentro de ese partido sobre el tema.

El mandatario ha reafirmado en estos días su convencimiento de que Maduro realizó fraude en los comicios de fines de julio y lo expresa reiteradamente a través de X. «Chile no reconoce este falso triunfo autoproclamado de Maduro y compañía», afirmó luego de que el Tribunal Supremo de Justicia confirmará los resultados que han dado por ganador a Maduro. «El régimen de Maduro obviamente acoge con entusiasmo su sentencia que estará signada por la infamia», agregó.

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Las profundas discrepancias sobre este tema que tienen los jóvenes militantes del Frente Amplio con la vieja guardia que maneja el Partido Comunista ha dejado ver también fisuras dentro de esa colectividad.

El fin de semana se reunió la comisión política de la colectividad liderada por Lautaro Carmona, cita a la que concurrieron los tres ministros comunistas del gabinete: Camila Vallejo, Nicolás Cataldo de Educación y Jeanette Jara de Trabajo. En la oportunidad se consensuó una declaración en la que excluyeron cualquier reconocimiento al triunfo de Maduro y reiteraron la petición de que se den a conocer las actas. A reglón seguido pidieron a la comunidad internacional «abstenerse de adoptar posturas» que deriven en una confrontación en Venezuela y remarcaron que el presidente Boric es quien conduce la política exterior.

Cualquier referencia al tipo de gobierno en ese país fue excluida para no entrar en abierta confrontación con Boric que no ha titubeado en definirlo como una dictadura que, además, viola los derechos humanos. «Estamos frente a una dictadura que falsea elecciones, reprime al que piensa distinto y es indiferente ante el exilio más grande del mundo solo comparable con el de Siria producto de una guerra», han sido algunos de mensajes del gobernante en X.

Las aguas al interior del PC no están tranquilas, pero la férrea disciplina de sus militantes les ha permitido surfear el difícil momento, porque es un hecho que los tres ministros del Gobierno y los miembros más jóvenes de la colectividad como la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola, el senador Daniel Núñez, la presidenta de la JJ.CC. Daniela Serrano o el exministro de Bachelet Marcos Barraza comparten las opiniones de Boric, aunque se miden de expresarlas abiertamente en público.

Lautaro Carmona, apoyado por dirigentes históricos como el exasesor del Ministerio del Interior Juan Andrés Lagos (que fue desvinculado precisamente por esto) insisten en defender a Maduro, pero ahora se moderan tratando de no visualizar la división generacional. Aún así, en una entrevista en TVN, posterior a la comisión política, Carmona no dudó en asegurar que Venezuela «no es una dictadura» porque «hay separación de poderes», agitando las aguas nuevamente.

Las palabras del senador socialista Juan Luis Castro confirman el difícil momento que vive la coalición: «Lo que ha expresado el timonel del PC, finalmente, es ratificar que ellos prefieren estar al lado de Maduro que al lado del presidente Boric. Ellos creen que Venezuela es una democracia y Chile piensa que es una dictadura».

Los partidos miembros del Gobierno, pero que pertenecen al Socialismo Democrático se cuestionan abiertamente desde el 28 de julio si se podrá continuar en una alianza con el PC.

A las declaraciones públicas en ese sentido del presidente del PPD, senador Jaime Quintana, y el senador del mismo partido Ricardo Lagos Weber, se siguen las de la presidenta del Partido Socialista, senador Paulina Vodanovic se han ido sumando voces en el Frente Amplio, hoy un solo partido legal.

Este lunes, en la reunión de coordinación semanal se lo hicieron ver a Carmona, tomando en cuenta que a fines de este mes se inicia la campaña para las elecciones municipales del 27 de octubre y donde el PC va en pacto con el FA, el Socialismo Democrático y la Democracia Cristiana.

Sus efectos son tan evidentes que el candidato único a gobernador por la región del Biobío, el exdiputado Alejandro Navarro, es renegado por casi todo el pacto. Con orígenes en el PS, Navarro fue mutando en un férreo defensor de Maduro hasta quedar casi en el ostracismo político. Ante el hecho de que postularía en calidad de independiente al cargo, un pequeño partido de la coalición, la Federación Regionalista Verde Social, FRVS, le ofreció el cupo generando una disputa profunda en el pacto oficialista.

Frente al momento que vive la coalición, la portavoz Camila Vallejo señaló que las diferencias probablemente tendrán que seguir discutiéndose entre los partidos y si no hay entendimiento, tendrán que abordarlas «en el ámbito del respeto, de la sana convivencia». «En política hay diferencias que dividen y hay diferencias que conviven y para el presidente, este tema es una de las diferencias con las cuales hemos convivido hace rato y probablemente sigamos conviviendo«, indicó luego en radio Duna.