Francia reconoce oficialmente el Estado de Palestina en la Asamblea General de la ONU
El presidente francés ha formalizado la nueva postura diplomática de su país, al calor de Reino Unido, Australia y Canadá
El reconocimiento francés del Estado palestino divide a Francia y Europa
Abás exige a Hamás que entregue las armas y dice a Israel: «Nuestra paz y la vuestra depende de la paz»
La 'semana grande' de la ONU arrancó este lunes dominada por la causa palestina, la guerra de Gaza y el último impulso diplomático a la llamada solución de los dos estados: el reconocimiento oficial por parte de Francia del Estado palestino, en medio de una ... cumbre al respecto liderada por su presidente, Emmanuel Macron, y Arabia Saudí.
Entre atascos formidables, con el Midtown de Nueva York convertido en una babel de calles cortadas y escoltas policiales, cientos de líderes de todo el mundo se reunieron en esta cumbre para dar un espaldarazo al Estado palestino y a un futuro de paz en el que conviva con Israel.
«Ha llegado el momento», dijo Macron en su discurso en la cumbre, una iniciativa personal del presidente francés, que busca en el protagonismo en la política exterior compensar las crisis internas en su país. «Algunos dirán que llega muy tarde, otros podrán decir que demasiado pronto, pero hay algo seguro: no podemos esperar más», dijo sobre el reconocimiento de Palestina como forma de alcanzar la paz en la región.
El presidente francés defendió que el objetivo de la cumbre es cumplir con la promesa establecida por la ONU, cada vez más lejana, de que haya «dos estados viviendo uno al lado del otro en paz y con seguridad».
Macron condenó los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre de 2023 y el rampante antisemitismo en muchos países. «Nunca los olvidaremos», dijo sobre las víctimas de los terroristas palestinos. Pero también advirtió de que «nada justifica la guerra que está ocurriendo en Gaza».
«Algunos dirán que llega muy tarde, otros podrán decir que demasiado pronto, pero hay algo seguro: no podemos esperar más»
Emmanuel Macron
Presidente de Francia
Macron defendió que hay que hacer todo lo posible para mantener viva la posibilidad de la solución de los dos Estados. Y como han defendido un puñado de países occidentales y aliados de Israel en los últimos días, incluido Reino Unido, la declaración del Estado de Palestina es la forma de conseguirlo.
Inmediatamente después, declaró de forma oficial ese reconocimiento por parte de Francia, entroncado con el «compromiso histórico de mi país con Oriente Próximo, con la paz entre israelíes y palestinos».
Gobierno de transición en Gaza
Ese reconocimiento, aseguró, es la única manera de asegurar que «Israel viva en paz» y de «derrotar a Hamás». Macron habló de un Gobierno de transición en Gaza que desmantele a la organización terrorista, además de la posibilidad de una «misión de estabilización», una referencia a una posible misión de paz internacional,en la que Francia estaría dispuesta a participar.
«Estamos aquí para tratar de llegar a la única salida para esta pesadilla», dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, sobre la situación «intolerable» que vive el conflicto entre israelíes y palestinos. Repitió sus condenas a los ataques terroristas de Hamás y criticó que «nada puede justificar el castigo colectivo al pueblo palestino ni cualquier otra forma de limpieza éntica», la «destrucción sistemática de Gaza», la «matanza de decenas de miles de civiles» o la «expansión sin freno de los asentamientos», en Cisjordania.
Las palabras de Guterres, el primero de muchos discursos a favor del reconocimiento de Palestina como primer paso para la solución de los dos estados, estuvieron dominadas por esa paradoja: nunca ha tenido ese reconocimiento tanto apoyo internacional -una consecuencia de las atrocidades de Israel en Gaza-, pero eso no invita a pensar que esté más cerca de que tenga fruta, entre las condiciones en el terreno, la división entre países occidentales y el boicot de EE.UU. a esa vía diplomática.
Un camino que divide
Pero es un camino que divide profundamente a Francia y Europa: no se conoce el «camino práctico» que permitirá hacer realidad un Estado reconocido pero inexistente, de aleatorias fronteras por conocer, al final de largos e inciertos procesos por negociar.
Macron ha conseguido el apoyo del Reino Unido, Canadá, y Australia. Aliados sólidos, pero distantes. «Ese reconocimiento da alas al gobierno de Benjamin Netanyahu», ha declarado el filósofo Luc Ferry, agregando: «Es una catástrofe que atiza los extremismos y »legitima« el terrorismo islámico de Hamás».
En Alemania, principal aliado estratégico de Francia, el canciller Friedrich Merz, ha rechazado en varias ocasiones el proyecto macroniano. «Actualmente, no consideramos que se cumplan en absoluto los requisitos para el reconocimiento estatal». Rechazo total en el corazón del difunto «motor» de la construcción política de Europa.
En Italia, otro aliado histórico en la construcción política de Europa, Giorgia Meloni rechaza de manera frontal el proyecto macroniano: «El reconocimiento del Estado de Palestina, sin que exista un Estado de Palestina, puede incluso ser contraproducente. Si se reconoce sobre el papel algo que no existe, se corre el riesgo de que el problema parezca resuelto, cuando no lo está».
La UE ya está dividida ante las proporciones y alcance del apoyo militar a Ucrania, ante el intento de invasión colonial de Putin. Macron ha abierto un nuevo frente de divisiones estratégicas.
La «evolución» del pensamiento macroniano sobre el proceso del reconocimiento y su alcance práctico, ha abierto un grave arco iris de dudas e interrogantes sin respuesta, muy graves para el futuro «práctico» del proyecto.
Tras la matanza de Hamás del 7 de octubre de 2023, Macron lanzó con mucho aparato publicitario un proyecto muy ambicioso: construcción de una coalición internacional para combatir «en todos sus frentes» el terrorismo islámico de Hamás. Proyecto que tuvo un eco sencillamente nulo, cuando Hamás ha seguido utilizando a los rehenes y al pueblo gazatí como «escudos».
Más tarde, a mediados de abril, cuando el presidente francés anunció la versión original de su proyecto de reconocimiento de un Estado de Palestina, Macron presentó una serie de «condiciones previas»: liberación de los rehenes secuestrados por Hamás; reforma de la Autoridad Nacional Palestina (ANP); desarme de Hamás, reconocimiento de Israel por parte de los países árabes…
Seis meses después, Hamás sigue utilizando los rehenes con fines terroristas; la ANP sigue igualmente desacreditada, tras largos años de guerra civil con Hamás; el desarme de Hamás es un «ambición» sencillamente ilusoria; el reconocimiento de Israel por parte de los países árabes continua en el limbo diplomático.
Macron ha esgrimido su correspondencia con Mahmud Abás, presidente de la ANP, para «avalar» el «embrión» del futuro y todavía incierto Estado palestino. Abás ha presentado al presidente francés una relación de ambiciosos proyectos, que solo tienen un punto débil: Abás está totalmente desacreditado, lleva más de veinte años sin celebrar elecciones en el seno de su organización, ha sido denunciado en el Parlamento Europeo por sus declaraciones antisemitas, y, algo mucho peor: buena parte de los millonarios fondos de ayuda europeas al pueblo palestino han desaparecido en un laberinto de corrupciones internas. Mal ejemplo de futuro Estado.
Tras el diálogo personal del presidente de Francia con el muy desacreditado presidente de la ANP, se abre un nuevo frente de diferencias, nacionales y europeas.
Recompensa para Hamás
«La gesticulación diplomática de Macron solo tiene un resultado práctico, alentar a los extremistas y la violencia», comenta Nicolas Baverez, historiador emérito, agregando: «El proyecto macroniano es una formidable recompensa para Hamás, que, derrotado militarmente, recibe el regalo de una victoria política y diplomática, permitiéndole justificar todas las masacres del 7 de octubre». «Al mismo tiempo, continúa Baverez, Macron da su visto bueno a las posiciones de las extremas izquierdas y sus estrategias de insurrección, legitimando las llamaradas antisemitas, convirtiendo a los judíos de Francia en víctimas del comportamiento de Netanyahu, abandonados al odio y designados a la opinion anisemita que no ha dejado de crecer en Francia y Europa».
Desde EE.UU., la posición del Gobierno de Donald Trump va en esa misma línea. «Francamente, el presidente cree que esto es una recompensa a Hamás», dijo la portavoz de Trump, Karoline Leavitt, sobre la cumbre en la ONU y la oleada de reconocimientos al estado palestino. «Él piensa que es mucho hablar y poca acción por parte de algunos de nuestros amigos y aliados. Y creo que le oiréis hablar de eso mañana en la ONU», añadió sobre el discurso que dará Trump este martes en Nueva York, donde tenía previsto llegar este lunes por la tarde.
EE.UU., el gran aliado de Israel, boicoteó la cumbre de Macron y ha defendido que esos reconocimientos no ayuda a conseguir la paz y ha llegado a justificar las declaraciones de Netanyahu de que amenazas de Israel de que «no habrá estado de Palestina» y las amenazas filtradas desde su Gobierno de responder con una anexión de Cisjordania.
«Les advertimos de que pensábamos que podría ser contraproducente», dijo el secretario de Estado, Marco Rubio, sobre esos reconocimientos. «Nosotros pensamos que perjudica a las negociaciones porque fortalece a Hamás y deteriora las perspectivas de paz en la región. Creíamos que no era algo inteligente y ahora estamos viendo una reacción».
Desde los pasillos de la ONU, el embajador de Israel, Danny Danon, defendió que la cumbre era «teatro alejado de la realidad», dominado por el «interés doméstico» de algunos países. El diplomático no descartó la posibilidad de anexión de Cisjordania -la calificó de «aplicación de soberanía»- y advertió de que habrá «reacción» de Israel frente a los países que han dado el paso de reconocer el estado palestino (entre ellos, España).