Finlandia denuncia un «ataque externo» contra el gasoducto Balticconnector
El gobierno finlandés tiene la completa seguridad de que los daños han sido deliberados, un caso similar al del Nord Stream hace un año
El gas sube un 10% por el presunto sabotaje de un gasoducto entre Finlandia y Estonia
De repente, las agujas marcaron un descenso en picado de la presión en la estación de compresión del gasoducto Balticconnector en Inkoo, Finlandia, la tubería submarina de 77 kilómetros de longitud que conduce gas desde Estonia junto a una línea de telecomunicaciones. Eran las ... dos de la mañana del 8 de octubre y los equipos de técnicos de las operadoras Gasgrid Finland y Elering zarparon al amanecer en busca de la avería. Pero 48 horas han sido suficientes para constatar que no se trata de un fallo, sino de un sabotaje.
El gobierno de Finlandia tiene la completa seguridad de que los daños han sido deliberados y causados por «actividad externa», lo que nos sitúa, un año después, ante un caso parecido al del gasoducto ruso-alemán Nord Stream, cuya autoría no ha sido posible todavía esclarecer. El presidente finlandés, Sauli Nünistö, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, permanecen en contacto para intercambiar información.
«La OTAN comparte la información y está dispuesta a apoyar a los aliados afectados», ha publicado Stoltenberg en la red X. Gasgrid, el administrador de Balticconnector, declaró este martes que está en condiciones de elaborar un plan de reparación y un calendario de trabajo para arreglar el problema, que la situación del sistema de gas finlandés está estable y que el suministro a través de la terminal de gas natural licuado flotante en Inko está asegurado a pesar del ataque, fundamental para el país desde que Rusia dejó de abastecer de gas natural a Finlandia cuando, en cumplimiento de las sanciones europeas, dejó de pagar en rublos.
El gasoducto Balticconector, inaugurado en 2020, atraviesa el mar Báltico entre Inkoo en Finlandia y Paldiski en Estonia y cruza las líneas de Nord Stream. En una declaración televisada a la nación, el primer ministro Niinistö ha informado que está en conversaciones con sus «aliados y socios», mientras que el ministro de Asuntos Exteriores sueco, Tobias Billström, anunciaba ayuda al país vecino.
La guerra submarina no tripulada de la OTAN para disuadir a Moscú
La explosión hace un año de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 ha hecho que la Alianza Atlántica recurra a drones submarinos y a la inteligencia artificial en un intento por disuadir a Rusia en sus ataques a infraestructuras críticas
El periódico finlandés Iltalehti escribe que, según fuentes de seguridad, tanto el gobierno como el ejército sospechan que Rusia está detrás del sabotaje. Iltalehti informa también que, a mediados de septiembre, se localizó cerca del gasoducto un buque ruso de investigación oceanográfica, el Sibiryakov, que, según la BBC, también había sido avistado cerca de Nord Stream antes del atentado contra esta infraestructura energética. En el caso Nord Stream, sin embargo, los investigadores alemanes siguen pistas que hasta ahora apuntan hacia Ucrania.
Niinistö ha preferido no hacer comentarios sobre la autoría, ni en su mensaje televisado, ni en la conferencia de prensa, ni en una entrevista con el diario Helsingin Sanomat. Cuando se le preguntó si sospechaba que Rusia está detrás del ataque, se ha limitado a responder que «ahora primero queremos saber cómo ocurrió este daño». Finlandia ha abierto una investigación conjunta con las autoridades estonias. La primera pista es que esta vez, según los sismólogos finlandeses y estonios, no se detectó actividad sísmica en el momento de la caída de presión del domingo por la noche, lo que sugiere que no hubo una explosión. Esto apuntaría a un modus operandi diferente al de Nord Stream.
El director de la Oficina Nacional de Investigación, Timo Kilpelainen, informó que no hay indicios de que se utilizaran explosivos en el acto. Pero es pronto todavía para sacar esa conclusión. El instituto sismológico noruego Norsar sí detectó una «probable explosión» durante la madrugada del domingo en la zona del mar Báltico donde se encuentra el gasoducto. «Norsar detectó una probable explosión frente a la costa finlandesa del mar Báltico a las 01H20 GMT del 8 de octubre», informa en su página web este instituto independiente de investigación sismológica. También ha sido posible establecer que, aunque la fuga se produjo en el territorio de la zona económica finlandesa, el cable de datos resultó dañado en territorio estonio.
«Hallazgos muy inquietantes»
El presidente estonio, Alar Karis, habla de «hallazgos muy inquietantes». El ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, ha confirmado por su parte que el cable de telecomunicaciones que acompaña al gasoducto resultó dañado en aguas de este país del Báltico, por lo que, geográficamente, los dos elementos averiados «se sitúan en lugares muy diferentes, aunque la hora de los incidentes fue muy cercana». El primer ministro finlandés Petteri Orpo ha subrayado en una breve rueda de prensa que la seguridad del suministro en Finlandia está garantizada, pero que «se ha aumentado la preparación general».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha condenado «enérgicamente» todo sabotaje contra infraestructuras críticas de la Unión Europea en un comunicado, tras mantener conversaciones telefónicas con la primera ministra estonia, Kaja Kallas, y el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, con quienes se solidarizó «plenamente». Fue Orpo quien le informó de la investigación y le transmitió «la suposición de un posible acto deliberado». «Nuestros oleoductos y cables submarinos conectan a ciudadanos y empresas de toda Europa y el resto del mundo. Son salvavidas de los mercados financieros y del comercio global», ha subrayado von der Leyen, «sólo trabajando juntos podremos contrarrestar a quienes buscan socavar nuestra seguridad y garantizar que nuestra infraestructura crítica siga siendo sólida y confiable frente a las amenazas en evolución».
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