Fico culpa a la oposición y a la UE de crear un clima de crispación que hizo posible el atentado en su contra

«El 15 de mayo, un activista de la oposición política trató de asesinarme en Handlova debido a mis opiniones políticas», ha explicado desde su casa, donde se recupera de cuatro balazos y dos operaciones en quirófano. A través de las redes sociales, también ha declarado que no tiene «motivos para pensar que esto ha sido el ataque de un lunático solitario», recordando que llevaba meses advirtiendo de la posibilidad de un atentado contra un político en Eslovaquia.

La salida del hospital de Fico ha dado un giro a la estrategia política del Gobierno, que hasta ahora se había avenido a no convertir el atentado en un asunto de disputa política. El primer ministro ha dejado claro que desea retirar del foco y perdona a su asaltante, un jubilado de 71 años, y que no ejercerá acciones legales contra el hombre al que califica de «mero mensajero del odio político». Sus ataques se centran en la «fracasada y frustrada» oposición, a la que responsabiliza del intento de asesinato.

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A los medios de comunicación críticos, ha advertido que «no sigan ese camino». Según su punto de vista, detrás de ellos intuye la presencia de Soros, acusado por diferentes líderes ultranacionalistas, especialmente por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de acciones y conspiraciones contra sus países. Fico acusa además a las «grandes democracias occidentales» de promover de forma «agresiva» una «única opinión correcta» y rechaza lo que califica de intentos de exportar a la fuerza la democracia a países que «han decidido seguir su propio camino».

Estas declaraciones preceden a las elecciones europeas del domingo, en las que su partido, Smer, se perfila como el ganador. Smer ha respondido a esta consigna solicitando a la Fiscalía General de Eslovaquia estudia una petición para ilegalizar el partido opositor liberal Eslovaquia Progresista (PS) por su supuesta responsabilidad en el ataque.

Según ha informado el portal de noticias 'Slovak Spectator', la Fiscalía ha recibido varias denuncias por supuesta incitación por parte de PS contra Fico y el fiscal general, Maros Zilinka, ha confirmado que su oficina está estudiando la documentación presentada, para ver si se cumplen los requisitos estipulados en el Código del Tribunal Administrativo, donde se regula la abolición de partidos. «Garantizo que la Fiscalía actuará sin concesiones ante las violaciones de la ley», ha asegurado el magistrado, que desmiente «cualquier influencia o interés» y garantiza que defenderá el «interés público».

A través de varios medios de comunicación afines, simpatizantes de Fico piden la abolición de la formación progresista liderada por el exvicepresidente del Parlamento Europeo, Michal Simecka, poco después del atentado. «Debe recordar al fiscal general que PS es un partido democrático, que cumple todos las reglas constitucionales y que fue elegido por 530.000 ciudadanos», se ha defendido Simecka en las redes sociales. «Es triste que un acto detestable, como fue el atentado al primer ministro, sea aprovechado por miembros de la coalición y simpatizantes en la campaña electoral y para atacar a PS».

Simecka niega que el presunto autor del ataque tenga nada que ver con su partido. Juraj Cintula, un poeta de 71 años, ha sido acusado formalmente de intento de asesinato con premeditación y puesto en prisión preventiva. En la declaración al tribunal que dictó su prisión preventiva, el agresor confirmó que su motivación para el atentado fue su disconformidad con las medidas del Ejecutivo, como dejar de apoyar con armas a Ucrania, o la disolución del ente público de radiotelevisión eslovaca. La posición subyacente a estas medidas del gobierno eslovaco es la afinidad política y orientación personal de Fico a Vladimir Putin, que ha llevado a una reorientación de la política exterior de Eslovaquia hacia Moscú.

«No siento odio hacia el desconocido que me disparó. Le perdono y dejo que resuelva lo que hizo y por qué lo hizo en su propia cabeza», ha dicho sobre el atacante, y ha tranquilizado a su partido, avanzando que «si todo va según lo previsto, podría reincorporarme gradualmente al trabajo entre junio y julio».

En el vídeo difundido a través de Facebook, el primer ministro eslovaco comenta personalmente su estado de salud, reconoce que el atentado le ha causado graves problemas y que «será un milagro si en varias semanas vuelvo a trabajar». Sugiere que sus puntos de vista sobre la guerra en Ucrania y otros asuntos en los que su opinión difiere también marcadamente de la corriente principal europea es lo que lo ha convertido en objetivo y víctima del intento de asesinato. «Es cruel afirmas esto, pero el derecho de tener una opinión diferente ha dejado de existir en la Unión Europea», ha acusado a los socios europeos.