Sin fecha de caducidad para evitar desechar alimentos
Supermercados británicos relajan el etiquetado de la leche y otros alimentos perecederos de marca blanca
La gripe aviar obliga al Reino Unido racionar la venta de huevos
Lourdes Gómez
Corresponsal en Londres
Las grandes superficies comerciales del Reino Unido se han unido a la campaña mundial que trata de reducir el volumen de alimentos que terminan en el basurero en buen estado. Entre el 25 y el 30 por ciento de los comestibles producidos para ... consumo humano se echa a perder innecesariamente a nivel global. Este desperdicio causa hasta el 10 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero, de acuerdo con informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático.
«Si el desecho de alimentos pudiera clasificarse por países, Reino Unido sería el tercer emisor del mundo por detrás de China y Estados Unidos», advierte WRAP, organización ecológica británica, promotora de programas de acción contra el cambio climático, el desecho de comida y en defensa de la conservación de los recursos.
Soluciones tecnológicas para reducir el desperdicio de alimentos
David MarotoEl instituto tecnológico AINIA, perteneciente a REDIT, tiene en marcha diferentes proyectos financiados por IVACE que buscan dar un segundo uso a frutas y hortalizas y crear análogos lácteos a través de fuentes vegetales locales como la chufa
WRAP cuenta con el respaldo financiero del Gobierno conservador de Rishi Sunak y con el apoyo de los principales productores y operadores comerciales del sector. La oenegé y sus asociados fijaron una guía de referencia en el llamado Compromiso Courtauld, nombre que alude al instituto cultural de Londres, donde en 2005 se lanzó la primera edición de esta iniciativa de eliminación de desperdicios en toda la cadena de alimentación, «desde la granja al tenedor» del consumidor. Los adheridos al programa se marcaron el objetivo de alcanzar una reducción de los desechos del 50 por ciento per cápita para 2013 sobre el nivel de 2007 en Reino Unido.
Marks & Spencer dio un significativo paso este verano con la eliminación de la etiqueta 'Use by' (equivalente a la fecha de caducidad) de las botellas de leche fresca, procedentes de granjas nacionales, acreditadas oficialmente. También la leche orgánica de marca blanca del selecto supermercado prescindirá de la frase 'use by' (consumir antes de), que hasta ahora se imprimía en sus productos lácteos como signo de seguridad sanitaria. Han desaparecido ambas palabras claves, pero la fecha de consumo sigue visible en el recipiente junto con los códigos que identifican al proveedor, el origen de la materia prima y otros requisitos legales.
Los productos más desperdiciados
La leche es el alimento cotidiano que más se desperdicia después de las patatas y el pan, de acuerdo con WRAP. En Reino Unido, unas 300.000 toneladas –el 7 por ciento de la producción total– se desecharon en 2018 y la mayor parte de las mismas salió de los hogares del consumidor. La oenegé calcula que cerca de 250 millones de litros de leche compradas en la tienda de la esquina o el supermercado no se bebieron, con un considerable despilfarro económico doméstico en esta fase de alta inflación de los productos básicos.
La cadena Morrison abrió la brecha en el etiquetado de sus productos lácteos al sustituir el original «fecha de caducidad» con el menos exigente «fecha de consumo». «La fecha de caducidad de los productos es demasiado cautelosa», declaró en el Parlamento de Westminster el recientemente fallecido aristócrata Adrian Palmer durante un debate sobre la cuestión en la Cámara de los Lores.
La leche es el alimento cotidiano que más se desperdicia después de las patatas y el pan, de acuerdo con WRAP. En Reino Unido, unas 300.000 toneladas –el 7 por ciento de la producción total– se desecharon en 2018
La diferente terminología responde a los protocolos de seguridad sanitaria y de calidad del alimento. El primero se utiliza en comestibles perecederos, con riesgo para la salud desde el punto de vista microbiológico si se consume a partir de cierta fecha. Por el contrario, 'best before' (consumir preferentemente) indica que la calidad del producto puede deteriorarse después del día marcado en la etiqueta. Morrison anima a sus clientes a guiarse por su olfato a la hora de beber leche que ha excedido la fecha de consumo.
Estas y otras grandes superficies aplicaron inicialmente los consejos de WRAP en el etiquetado de los paquetes de verdura y fruta. En un golpe de timón, el verano pasado, la red Waitrose, bajo propiedad cooperativa de sus empleados y con productos de primer rango y una clientela de rentas altas, eliminó el 'best before' de medio millar de comestibles frescos, desde bolsas de manzanas a sacos de patatas. Quiso contribuir a mitigar los desechos dejando que el consumidor decida si una mandarina o un aguacate están en buen estado para llevárselos a la boca.
Malgasto en hogares, bares, comercios y granjas
9.5 millones de toneladas de alimentos se pierden año tras año en reino unido. y el costo del desperdicio es de 2.000 millones de euros
La tendencia se extendió al resto de la industria en una iniciativa que puede salvar de la basura al equivalente a siete millones de cestas de la compra, según estimaciones de la oenegé. La promotora del Compromiso Courtauld 2030 advierte en su último informe que unas 9,5 millones de toneladas de alimentos se pierden año tras año en Reino Unido, incluidas más de medio millón de toneladas de productos lácteos.
El coste del desperdicio en las unidades familiares, en restaurantes, hoteles y cafeterías, en las productoras, distribuidoras y comercios de alimentación, además de en las mismas granjas, se cifra en unos 2.000 millones de euros, con un impacto contaminante estimado en 36 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero. «Más del 85 por ciento de este desperdicio proviene de los núcleos familiares y los fabricantes de alimentos», advierte la organización.
Seguridad intacta
La Food Standards Agency (FSA), agencia reguladora del sector alimenticio, asegura que el nivel de protección, seguridad y vigilancia de los productos perecederos no ha decaído, pese a la relajación de las fechas de caducidad y de consumo en el etiquetado de los mismos. La legislación pertinente se nacionalizó tras el Brexit, aunque la aplicación de la revisada norma se mantiene en un periodo de transición que se ha extendido en distintas ocasiones.
El 31 de diciembre de 2023 expira el ultimátum para que las siglas comunitarias CE desaparezcan de las etiquetas de los productos producidos en Reino Unido. El nuevo distintivo incluye las letras GB, por Gran Bretaña, en los envases de artículos procedentes de Inglaterra, Gales y Escocia, o las siglas UK, para identificar a la totalidad del país. No se descarta que el Gobierno anuncie una nueva prórroga del plazo de adopción de los signos exclusivos de identidad británica del etiquetado de alimentos y artículos autóctonos.
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