El exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence disputará a Donald Trump la candidatura republicana a la Casa Blanca

Pese a que Pence ya es candidato, no presentará un vídeo con el lanzamiento de su campaña hasta este miércoles, cuando está previsto que haga un anuncio público en un encuentro con votantes retransmitido por la cadena CNN.

Noticia Relacionada

Divide y vencerás: la acumulación de candidatos republicanos refuerza las opciones de Trump

Javier Ansorena

Ya hay una decena de aspirantes a la nominación, lo que perjudica al principal rival del expresidente, Ron DeSantis

El exvicepresidente debería ser uno de los aspirantes con más capacidad para obtener cierto apoyo, más allá del favorito absoluto para las primarias, Trump, y el segundo en discordia, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

La oferta de Pence para el votante republicano es sencilla: todo lo bueno de Trump sin todo lo malo de Trump. Es decir: la agenda conservadora -Pence defiende una prohibición nacional del aborto y políticas ‘anti trans’- y los éxitos económicos -siempre alardea de los logros de la Administración Trump-Pence-, pero sin las turbulencias y las salidas de tono del multimillonario neoyorquino. Un presidente republicano a la antigua, al estilo Ronald Reagan, conservador en lo social, liberal en lo económico.

El nuevo candidato lo tendrá complicado. Su posición en las encuestas es muy baja, y no le será fácil robar apoyos al que era su jefe. Los ‘trumpistas’ más acérrimos consideran a Pence un “traidor”, que se negó a seguir las instrucciones del presidente en su campaña para dar la vuelta a los resultados de las elecciones de 2020.

“¡Colgad a Mike Pence!” era uno de los gritos que profería la turba que asaltó el Capitolio el 6 de enero de 2020, ante un vicepresidente que se negó a saltarse la ley y descarrilar la confirmación en el Congreso de Joe Biden como ganador de aquellas elecciones.

Ese capítulo supuso la ruptura definitiva entre Trump y Pence, que, hasta ese momento, miró para otro lado con obstinación ante los escándalos sucesivos del presidente. Pero desde entonces, Pence ha tratado de no enfadar más a los votantes de Trump. Solo ha expresado críticas comedidas al que fuera su jefe y ha tratado de no colaborar en las comisiones parlamentarias e investigaciones contra el expresidente por su intento de cambiar los resultados electorales.