La extrema izquierda se convierte en la familia política más antisemita de Francia

Según un estudio publicado el mes de octubre pasado, realizado por la Fondation pour l'innovation politique (Fondapol), el 50 % de los electores de AN, el partido de Jean-Marie y Marine Le Pen, tenían «prejuicios antisemitas».

Según el mismo estudio, por las mismas fechas, el 40 % de los electores de LFI tenían convicciones antisemitas.

Dos meses más tarde, LFI parece estar imponiéndose como la familia política «líder» en antisemitismo. Según un sondeo realizado por Ipsos, por cuenta de la cadena BFMTV, líder en información permanente, el 55 % de los electores de LFI son hoy antisemitas (un crecimiento espectacular de 15 puntos), mientras que un 52 % de los electores de Le Pen con sondeados antisemitas (un crecimiento mucho más modesto de «solo» el 2 %).

El antisemitismo es una «sensibilidad» compartida por el 46 % de la población. Y su crecimiento espectacular, durante los últimos meses, está directamente relacionado con la marcha trágica de la guerra iniciada el 7 de octubre del 2023 por Hamás.

Ese origen atroz también explica, en cierta medida, el crecimiento del antisemitismo.

Según varios sondeos concordantes, entre el 70 y el 85 % de los franceses estiman que Jean-Luc Mélenchon y otros dirigentes de LFI han «fomentado» el incremento de la «simpatía popular» por Hamás llegando a pedir la «despenalización» del terrorismo en la Asamblea Nacional (primera cámara del Parlamento nacional.

Según los mismos sondeos, el 25 % de los electores de LFI tienen simpatía por Hamás, cuando el 77 % de los franceses estiman que esa organización es terrorista islámica. Se trata de una realidad social y demográfica profunda: el núcleo duro del electorado de LFI se encuentra en la «banlieue», la periferia de París y las grandes ciudades, donde la población multicultural, no solo musulmana, ocupa un puesto central en la nueva demografía política de Francia.