La extrema derecha de Le Pen se instala en el podio del partido más popular de Francia

Según los últimos sondeos, estas son las intenciones de voto, entre el 6 y el 9 de junio próximos: «Agrupación Nacional» (AN, extrema derecha), 31/32 %; «Renacimiento» (Macron), 16,5 %; PS, 13,5 %; «La Francia Insumisa» (LFI, extrema izquierda) 7,5 %; «Los Republicanos» (derecha tradicional), 7,5 %; «Reconquista» (ultra derecha), 6,5 %; y PCF, 3 %. Muy groseramente, el partido de Le Pen tiene 15 puntos de ventaja sobre el partido de Macron, y más intenciones de voto que todas las izquierdas juntas.

Últimos sondeos que confirman la tendencia del último semestre, con dos novedades importantes: aumenta el voto obrero de extrema derecha, cuando jóvenes y profesiones liberales comienzan a votar Le Pen.

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Históricamente, del 30 al 35 % de los obreros han votado al partido de Le Pen desde hace más de veinte año. Durante las últimas cuatro semanas, las intenciones de voto obrero han crecido hasta el 40 / 45 %. Muy groseramente, la extrema derecha es hoy el primer partido obrero de Francia. Más allá de esa matriz popular conservadora muy profunda, entre el 40 y 45 % de los jóvenes franceses de 20 a 30 años dicen mirar son «simpatía» el partido de Marine Le Pen, «atraídos» por la personalidad de Jordan Bardella, el presidente ejecutivo de AN. Por su parte, entre un 30 y un 35 % de las profesiones liberales dicen sentir una «simpatía» semejante. Otra novedad llamativa.

La tendencia electoral a corto plazo se confunde con la tendencia electoral a largo plazo, con un incremento llamativo de la popularidad personal de Marine Le Pen y su «lugarteniente».

Desde hace meses, Marine Le Pen se cotiza como posible presidenta de la República, si hubiese elecciones presidenciales la semana que viene. Nada nuevo en esa tendencia de fondo, sintomática sin ser definitiva: las próximas elecciones presidenciales no se celebrarán hasta el 2027. Una eternidad

Por el contrario, la popularidad de Marine, como la llaman sus simpatizantes, y de Bardella, sugiere un cambio profundo de la sociedad francesa hacia la extrema derecha.

Históricamente, Jean-Marie Le Pen, patriarca fundador, fue condenado en muchas ocasiones por incitaciones al odio racista. Era y sigue siendo una personalidad malquerida y rechazada por una inmensa mayoría de franceses. Su hija y el presidente de AN, por el contrario, gozan de una simpatía muy fuera de lo común.

Desde el mes de enero pasado, Marine Le Pen y Jordan Bardella caracolean entre las tres personalidades más populares de Francia, con un índice de credibilidad muy alto. Macron sigue hundido en los sondeos, con una cota del 25 / 26 % de estima y credibilidad. Dos de sus primeros ministros, Gabriel Attal, en funciones, y Edouard Philippe, depuesto, en su día, tienen buena fama. Pero no siempre pueden competir con la pareja Le Pen-Bardella.

Hace unas semanas, Marine Le Pen se cotizó como la personalidad más popular de Francia, con un 40 % de opiniones favorables, seguida de Philippe y Bardella. En los últimos sondeos, ese trío, Philippe (conservador moderado), Le Pen y Bardella, al frente de la extrema derecha, se disputan los tres primeros puestos de la popularidad nacional.

Sin duda, la popularidad puede cambiar, crecer o hundirse, a una velocidad siempre imprevisible. Sin embargo, la instalación de Le Pen y Bardella en ese podio coincide con otros indicadores sustanciales: la primera o segunda personalidad con posibilidades de ser elegida jefa del Estado; el partido mas votado y con más diputados en las elecciones nacionales, el 2022, y en las europeas del mes de junio. Metamorfosis histórica del paisaje político francés.