Expulsan y esposan a un senador demócrata de la conferencia de prensa del Gobierno en Los Ángeles

El senador fue sacado a la fuerza de una sala de un edificio gubernamental de la ciudad californiana donde Noem -cuyo departamento tiene responsabilidad en la detención y deportación de inmigrantes indocumentados- ofrecía una rueda de prensa. Fueron miembros del FBI -una fuerza de seguridad también bajo el paraguas de Noem- los que no solo expulsaron a Padilla. También le redujeron, le tiraron al suelo y le colocaron esposas con las manos por detrás de la espalda.

Era una imagen sorprendente e impactante para uno de los cien senadores de EE.UU., un puesto de la más alta responsabilidad en el país.

El incidente ocurrió cuando Padilla, que se presentó en la conferencia de prensa, interrumpió a Noem con una pregunta. De inmediato, los agentes se le echaron encima. «Soy el senador Alex Padilla», dijo él, mientras los agentes le empujaban con decisión fuera de la sala. «Tengo preguntas para la secretaria», decía. Fuera de la sala, rodeado por agentes, Padilla hizo amago de levantar las manos como gesto de capitulación. Pese a ello, fue colocado en el suelo boca abajo y esposado. Todo quedó grabado por uno de los asistentes del senador.

«Mi responsabilidad como senador es vigilar al Gobierno y pedir cuentas», dijo después en una comparecencia ante los medios a la salida del edificio. «Hemos estado exigiendo más información y respuestas sobre la labor de las fuerzas de seguridad en materia migratoria y hemos recibido muy poco».

«Si así es como esta Administración responde a un senador con una pregunta, imagínate lo que están haciendo con jornaleros, cocineros y otros trabajadores en Los Ángeles, en California y en el resto del país», agregó el senador, que aclaró que no fue arrestado ni detenido.

Noem, que había venido a Los Ángeles a defender la labor de sus agentes en las redadas, acusó al senador de «lanzarse contra su estrado» y de «actuar de forma totalmente inapropiada».

Detalló que habló con Padilla después del incidente y sostuvo que hubiera preferido que «se hubiera dirigido a nosotros, se hubiera identificado y nos hubiera dicho quién era y que quería hablar». También que los agentes pararon en su acción contra Padilla cuando supieron quién era. Todo ello a pesar de que, como se ve en el vídeo, el senador se identifica con claridad.

El incidente ha servido para echar más leña al fuego en las tensiones que se viven en Los Ángeles y los demócratas lo han utilizado para reforzar sus acusaciones de la deriva autoritaria de Trump y de su Gobierno, en la misma semana que el presidente de EE.UU. ha desplegado el ejército en la ciudad californiana como respuesta a las protestas por las redadas.

Gavin Newsom, el gobernador demócrata de California, calificó lo ocurrido como «atroz, dictatorial y vergonzoso» y acusó a «Trump y sus tropas de choque» de estar «fuera de control».

En Washington, decenas de legisladores demćoratas protestaron por lo ocurrido y algunos demandaron una investigación del incidente. No parece que los republicanos, que tienen mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes estén por la labor.

El presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, de hecho reprendió a Padilla: aseguró que su actitud fue «completamente inapropriada» y abrió la posibilidad de que pueda ser amonestado.