El expresidente Bolsonaro juega sus últimas cartas para evitar ir a prisión

En los últimos días los jueces del Supremo rechazaron los recursos presentados por los abogados de Bolsonaro para retirar del proceso a tres de los magistrados, entre ellos, Alexandre de Moraes, que consta en las investigaciones como uno de los potenciales blancos del plan golpista. Según la Policía Federal, la intención de Bolsonaro y sus aliados incluía un plan para asesinar a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez Moraes.

Los otros dos magistrados en tela de juicio por la defensa de Bolsonaro son el exabogado de Lula da Silva, Cristiano Zanin, y el exgobernador de Maranhão, Flavio Dino, que fue militante del Partido Comunista brasileño. Ambos jueces fueron nombrados en la Corte durante la actual gestión de Lula y, según la defensa, no serán imparciales en el proceso.

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El recurso fue denegado por el presidente de la Corte, Luiz Roberto Barroso, instructor en el caso, que fue acompañado en su voto por la mayoría de los jueces del Tribunal Supremo.

Bolsonaro también intentó esta semana conseguir ayuda popular y convocó a su militancia el pasado domingo a participar de una protesta en su apoyo y para pedir la amnistía de sus correligionarios presos durante el ataque a las sedes de los Tres Poderes en Brasilia, el 8 de enero de 2023, cuando una turba destruyó los tres palacios más importantes del país, entre ellos los edificios de la Presidencia y de la Corte Suprema.

La manifestación, convocada en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, reunió a 18.000 personas, contadas técnicamente con inteligencia artificial, que permite conteos más precisos, y fue considerada un fiasco por la oposición y por el propio Bolsonaro y sus aliados. La idea de la marcha era mostrar un apoyo multitudinario que lo alejara de las rejas, pero sin la fuerza de las calles el temor de una prisión sigue latente.

Sin fuerza y bajo riesgo de prisión, sus aliados más cercanos ya admiten que deben convencerlo a desistir de una candidatura presidencial y abrirle espacio a otros nombres de la derecha, como el actual gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, pero el expresidente sigue negando esa posibilidad.

Para huir de las presiones internas y buscar apoyo internacional, uno de los hijos de Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro, ha decidido mudarse a los Estados Unidos para contar con el apoyo de su amigo y aliado más poderoso, el presidente Donald Trump.

El hijo del expresidente informó en entrevista a la cadena CNN, que no pretende regresar a Brasil mientras el ministro Alexandre de Moraes sigua en la Corte Suprema. «No hay ninguna posibilidad de regresar a Brasil. No volveré a ser un hombre inocente encarcelado sólo para ver a mi mujer visitar una prisión ya mis hijos crecerán sin mi presencia. Esto no es justicia, esto no es democracia», declaró el diputado.

Durante la entrevista, Eduardo Bolsonaro criticó al presidente Lula da Silva (PT) y al juez Moraes, acusándolos de trabajar juntos para crear una «situación de guerra comercial» entre Brasil y Estados Unidos, e informó que debe presentarse al Senado el próximo año.