Rusia pone en práctica 'un safari humano': un experimento sin precedentes en la guerra europea moderna

Desde mediados del verano han detectado este tipo de operaciones en Kherson. Los vídeos muestran cómo los ciudadanos son usados para jugar al gato y el ratón con sus drones asesinos. El CIR descubrió que los objetivos que eligen son «difíciles de replicar en un entorno de prueba». Por eso establecen que los ciudadanos están siendo usados para prácticas de tiro. Los rusos consiguen así refinar sus técnicas y entrenar a nuevos operadores, mientras siguen o dejar caer sus bombas sobre oficinas de correos, mercados, gasolineras y centros de ayuda humanitaria. O directamente persiguen solos o en enjambres a autobuses, convoyes humanitarios, camiones de bomberos y ambulancias. Cualquier movimiento puede ser una excusa para que ataquen inmediatamente.

En los canales de Telegram los lugares de ataque pertenecen a lo que llaman 'la zona roja' donde dicen que es legítimo atacar. Otros puntos de ataque son escuelas y subestaciones eléctricas. «Las máquinas asesinas, a veces en enjambre, sobrevuelan las casas, entran en los edificios y persiguen a la gente por las calles en sus coches, en bicicleta o simplemente a pie. Los objetivos no son los soldados ni los tanques, sino la vida civil», señala FT. 37 personas han fallecido y 498 han resultado heridas o perdido alguna extremidad. Solo consiguen una tregua en días de tormenta.

Pero los drones no solo sirven para atacar directamente, otros sirven para esparcir minas antipersona PFM-1, conocidas como 'pétalos'. Una realidad verificada por CIR. Es el caso de un local de la zona como Serhiy, «no había oído ningún dron en lo alto durante casi una hora, pero no había contado con que los rusos dejaran algo en un montón de hojas: una pequeña mina antipersonal llamada «pétalo» que cae revoloteando cuando se lanza desde el aire. Caí al suelo y luego me di cuenta de que me faltaba un pie», explicó a FT.

Los pétalos son transportados en tubos que cuelgan de pequeños drones que los reparten por las calles, áreas de juegos y plazas públicas. Se parecen a las hojas que caen de los árboles y pueden detonarse con tan solo cinco kilogramos de presión. «Los niños pueden hacerlas estallar fácilmente al manipularlas o pisarlas», afirman desde CIR.

Además estos drones pueden llevar minas antitanque, bombas incendiarias que son perfectas en días de viento para extender un incendio u ojivas RPG. «Tienen un alcance de hasta 15 km, vuelan a baja altitud y se desplazan a velocidades de más de 100 km por hora, lo que dificulta su seguimiento y derribo», explica FT. Y Adam Campbell del CIR detalla que los operadores de drones suelen dejar caer explosivos sobre o al lado de un vehículo justo cuando alguien sale de él. Es probable que esta técnica se esté practicando en Kherson y se pueda replicar en la línea del frente».

CIR que se ha encargado de analizar las imágenes y ya ha verificado 90 vídeos cuenta en su informe casos que han visto como el de un ciclista que esquiva por un camino desierto un explosivo lanzado por un dron antes de pedalear frenéticamente para escapar. O el de una madre de dos hijos de Kherson que también fue atacada mientras iba en bicicleta. Ahora no puede caminar porque la metralla de una granada se le incrusta en la pierna.

En otro video, describen como después de arrojar un explosivo sobre un automóvil, un operador de dron acecha a una persona que corre para salvar su vida, cubriéndose bajo los árboles y escalando cercas de jardines en un intento desesperado por escapar.

Kherson, en el sur de Ucrania, sería un valioso botín de guerra para los rusos. Recordemos que fue la primera capital regional ucraniana en caer en manos rusas en febrero de 2022, para solo nueve meses después fuese liberada por una contraofensiva exitosa de los ucranianos. Y este sería un momento propicio dado que Rusia está consiguiendo importantes y rápidos avances sobre el terreno ucraniano.

Los funcionarios apuntan al medio británico que este asalto es parte del plan de Rusia para aumentar la presión sobre Kiev antes de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca, acelerando las ganancias en el campo de batalla y preparándose para un posible avance a través del río Dnipro. Al tiempo que consiguen el traslado de la población civil que viven bajo un terror psicológico constante.

Los drones que emplean las fuerzas rusas van desde drones con vista en primera persona (FPV) y Mavics chinos hasta Lancets militares rusos de mayor tamaño. Su presencia ha terminado siendo tan continua que en Kherson los ciudadanos ahora llevan pequeños detectores que les avisan cuando están cerca. 

Todo esto ocurre en medio de las especulaciones sobre las negociaciones de paz y sobre cuáles podrían ser sus términos. Reuters informaba que los asesores de Trump han propuesto tres opciones principales para un plan de pacificación que excluye la membresía de Ucrania de la OTAN, y también se especula si supondrían exigir concesiones territoriales a Kiev, a favor de Putin.