El «expediente X» de Los Ángeles
Ninguna autoridad sabe explicar la misteriosa estela de un posible misil observada frente a las costas de California
PEDRO RODRÍGUEZ
Definitivamente no ha sido un pájaro, ni tampoco Superman. La misteriosa estela grabada al atardecer del pasado lunes por el helicóptero de un canal de noticias de Los Ángeles no ha fallado a la hora de alimentar toda clase de teorías conspirativas en Estados Unidos. ... A falta de una convincente explicación oficial por parte de autoridades militares o civiles, proliferan las teorías del tipo expediente X sobre el supuesto misil con una trayectoria iniciada a unos cincuenta kilómetros de las costas de California.
El Pentágono, la Agencia Federal de Aviación y la NASA han negado categóricamente tener noticia de ningún lanzamiento previsto en esa concurrida zona de la costa del Pacífico. Y al repasar las observaciones de radar efectuadas en ese momento, tanto los militares como los responsables de la aviación civil no han encontrado indicios de un objeto sólido con enorme velocidad como origen de la extraña condensación de vapor que tantas especulaciones ha inspirado durante las últimas 24 horas.
Portavoces militares han insistido en que en ningún momento se trató de una amenaza extranjera para la seguridad de Estados Unidos. Además de negar el lanzamiento por error de un misil intercontinental. Ni mucho menos un confidencial ensayo desde un submarino de la Navy . Aunque algunas de las teorías divulgadas con ayuda por internet hayan llegado a insistir en algún tipo de demostración de fuerza militar ante la próxima cumbre del G-20 en Seúl.
Según las explicaciones ofrecidas por John Pike, director del grupo Globalsecurity.org, si el Pentágono hubiera querido realizar un ensayo secreto el peor sitio sería frente a millones de personas en las costas de California. A su juicio «si realmente fuera algo secreto, lo harían de noche en Alaska donde solamente los caribús pudieran verlo». Pike afirma que es una ilusión óptica producto de un avión.
Los militares
Aunque otros especialistas no comparten una explicación tan benigna. Según Marco Cáceres, analista de la firma de investigación aeroespacial Teal Group , «lo que hemos visto no puede pertenecer a nadie más que a los militares». En su opinión, no es una coincidencia que esa masiva estela se haya producido cerca de bases del Pentágono que regularmente realizan pruebas de misiles, con la posibilidad de que algún tipo de ejercicio haya terminado en un lanzamiento accidental.
Para el cámara Gil Leyvas, a bordo del helicóptero del canal 2 de la CBS que grabó las repetidas imágenes, «fuera lo que fuera, estaba avanzado hacia el cielo como una espiral», al noroeste de la isla de Santa Catalina. Pese a estar acostumbrado por su trabajo a toda clase de vistas aéreas, la estela grabada en torno a las cinco de la tarde «fue espectacular, algo digno de verse».
Para Robert Ellsworth, ex subsecretario de Defensa y antiguo embajador de Estados Unidos ante la OTAN, no cabe duda de que se trata de «un gran misil». Aunque otros especialistas apuntan que la velocidad indicada en las imágenes no corresponde a la de un cohete. Con insistencia en que no es la primera vez que extraños ángulos e ilusiones ópticas han permitido confundir la estela de un avión comercial con algo más siniestro. Aunque para algunos, el verdadero escándalo es que el Pentágono sea capaz de gastarse al año más de 600.000 millones de dólares al año sin poder ofrecer una explicación adecuada.
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