Un exempleado de la CIA, condenado por la mayor filtración de datos de la historia de la agencia a Wikileaks

Schulte había trabajado como ingeniero informático dentro del Centro de Inteligencia Cibernética de la CIA, y creó herramientas cibernéticas que pudieron captar datos de los ordenadores sin ser detectados. Un juicio anterior terminó con un jurado en desacuerdo en 2020.

El ejemplo de la CIA tuvo acceso a «algunas de las herramientas cibernéticas de recopilación de inteligencia más valiosas del país, utilizadas para luchar contra las organizaciones terroristas y otras influencias malignas en todo el mundo», ha explicado en un comunicado el fiscal estadounidense del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, tal y como ha informado el citado medio.

«Cuando Schulte comenzó a albergar resentimiento hacia la CIA, reconoció de forma encubierta esas herramientas y las proporcionó a WikiLeaks, dando a conocer al público algunas de nuestras herramientas de inteligencia más críticas», ha agregado Williams.

Los problemas de Schulte en la CIA comenzaron en el verano de 2015, cuando tuvo una disputa con la dirección y con un compañero de trabajo, y terminó presentando una orden de alejamiento contra el compañero en un tribunal estatal, según muestran los registros judiciales.

Asimismo, los investigadores han resaltado que Schulte robó herramientas cibernéticas y el código fuente y los transfirió a WikiLeaks, según los mismos registros judiciales. A continuación, probará de cubrir sus huellas, borrando cualquier rastro de su acceso al sistema informático, han asegurado los fiscales.

Schulte abandonó la CIA en noviembre de 2016 y en marzo de 2017, WikiLeaks publicó la primera entrega de sus filtraciones de la Bóveda 7, que se originaron en dos programas a los que Schulte tuvo acceso, según muestran los registros judiciales.

WikiLeaks publicó un comunicado de prensa para acompañar la información, diciendo que los datos habían sido proporcionados de forma anónima por una fuente que quería abordar cuestiones de política, específicamente sobre si la CIA había superado sus capacidades de hackeo y excedido su autoridad.

Schulte, que también habría mencionado a los investigadores de la CIA y el FBI para cubrir sus huellas, fue detenido en agosto de 2017 por cargas de pornografía infantil.

«Schulte era consciente de que los daños colaterales de su retribución podrían suponer una amenaza extraordinaria para esta nación si se hacían públicos, haciéndolos muy inútiles, teniendo un efecto devastador en nuestra comunidad de inteligencia al proporcionar datos críticos a aquellos que desean hacernos daño», Ha sentenciado Williams.

Así, hizo hincapié en que «hoy, Schulte ha sido condenado por uno de los actos de espionaje más descarados y perjudiciales de la historia de Estados Unidos».