Rudy Giuliani: una acusación sórdida contra el muñidor de Trump
Una mujer vierte alegaciones volcánicas contra el que fuera celebrado como alcalde de Nueva York: desde agresiones sexuales a vender perdones presidenciales
Así es E. Jean Carroll, la mujer que ha conseguido que Trump pague por su historial de abusos sexuales
Corresponsal en Nueva York
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Iniciar sesiónHubo un tiempo en el que Rudolph 'Rudy' Giuliani era el político más popular y respetado de EE.UU. Ahora su figura pública es un guiñapo, un muñeco roto del 'trumpismo' con el que pocos, incluso los republicanos, quieren relacionarse. Unas acusaciones presentadas esta semana ... en su contra en Nueva York, en las que se mezclan agresiones sexuales, engaños y abuso de su relación con Donald Trump, podrían acabar por hundirle en el fango.
Giuliani fue en la década de 1980 un fiscal implacable en Manhattan, que ganó fama por cortar las cabezas de los jefes de la mafia neoyorquina. Consiguió la alcaldía de la Gran Manzana en 1994 y todavía se le recuerda como el hombre que puso coto a la ola de violencia criminal en sus calles. Su liderazgo al frente de la ciudad tras los atentados del 11-S le convirtieron en el 'alcalde de América' y su fama le daba aspiraciones presidenciales.
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Solo consiguió entrar a la Casa Blanca por la puerta de atrás, como abogado personal de Trump y como muñidor de su campaña contra el robo electoral en 2020: la imagen de aquellas semanas es la de un Giuliani desatado, sudando, con tinte de pelo corriéndole por la cara y soltando alegaciones extravagantes -y nunca respaldadas por los tribunales- sobre el fraude en las urnas.
Ahora otras alegaciones -incluso más extravagantes- van en su contra. Noelle Dunphy, una mujer de 43 años, ha presentado esta semana una acusación contra Giuliani, de 78, ante el Tribunal Supremo de Nueva York.
No es infrecuente que Giuliani tenga embrollos judiciales: ahora mismo tiene su licencia de abogado suspendida en el estado de Nueva York y está dentro de la investigación federal por tratar de darle la vuelta a los resultados electorales de 2020. Pero las acusaciones de los abogados de Dunphy son setenta páginas de criminalidad sórdida.
Las acusaciones de Dunphy
Dunphy defiende que el acusado le contrató durante los dos últimos años de la Administración Trump -Giuliani era entonces abogado del presidente- para desarrollar su negocio, con un salario de un millón de dólares y gastos pagados.
Nada más empezar a trabajar con él, comenzaron los abusos y agresiones sexuales. En su primer viaje de trabajo, le obligó a realizarle una felación. Y no tardó en pasar a la violación, según su relato.
Giuliani le dejó claro que «satisfacer sus necesidades sexuales -que aparecían en cualquier momento y en cualquier sitio- era un requisito de su empleo», explica el escrito, plagado de detalles gráficos: por ejemplo, que Giuliani le exigía relaciones orales mientras estaba al teléfono con otras personas, como el propio Trump. «Le hacía sentirse 'como Bill Clinton'», decía.
Giuliani le dejó claro que «satisfacer sus necesidades sexuales -que aparecían en cualquier momento y en cualquier sitio- era un requisito de su empleo»
Dunphy asegura que tiene grabaciones en las que Giuliani le dice cosas como «voy a hacer que te duela», «¡sé una zorra, sé la zorra de Rudy!» o «pienso en ti como en mi hija, ¿es eso raro?». No hay constancia de que Dunphy haya presentado estas alegaciones a la Policía. En su escrito exige una reparación de diez millones de dólares.
Pero sus alegaciones van más allá: asegura que Giuliani ofrecía vender el perdón presidencial que podía otorgar Trump por dos millones de dólares y a medias para él y el presidente. También que le robó su sueldo -nunca vio esos millones de dólares- y que le pidió que le mintiera al FBI sobre las cosas que había visto y oído trabajando para él.
Los representantes de Giuliani lo niegan todo y aseguran que las alegaciones de Dunphy son «acoso e intento de extorsión».
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