Evacúan el museo del Louvre y el Palacio de Versalles por amenaza de bomba, con Francia en máxima alerta antiterrorista

Al mismo tiempo que la dirección del Louvre anunciaba el cierre, el sábado, a la espera de acontecimientos, el domingo, el ministerio del Interior anunciaba un despliegue militar de unidades especiales en los alrededores del museo; uno de los más visitados del mundo.

Antes de abrir, el domingo o la semana próxima, la dirección del Louvre coordinara sus trabajos policiales de control y supervisión; en estrecho contacto con los ministerios del Interior y Cultura.

«Queridos visitantes, por motivos de seguridad, el museo Louvre cierra sus puertas hoy sábado 14 de octubre. Se reembolsará a las personas que hayan reservado una visita para el mismo día. Agradecemos vuestra comprensión», han escrito en la red social X, antigua Twitter.

«El Louvre recibió un mensaje escrito informando de un riesgo para el museo y sus visitantes y elegimos evacuarlo y cerrarlo todo el día, el tiempo indispensable para proceder a la verificación», precisó un portavoz del centro cultural a la agencia AFP.

A primera hora de la tarde, otro de los símbolos de Francia, el majestuoso Palacio de Versalles, ha sido evacuado por el mismo motivo. Cientos de turistas han recibido la orden de salir de inmediato de las instalaciones de la antigua residencia real.

Se han producido otras de alarmas y amenazas de bomba en lugares públicos de toda Francia. Altamente simbólico, el cierre del Louvre agrava la crisis nacional, tras la matanza de Arras, donde un yihadista checheno mato a un profesor y hirió gravemente a otras dos personas, mientras gritaba «Ala es el más grande».

«Francia en estado de tensión e incertidumbre extrema». «Francia se ha convertido en un blanco del yihadismo islamista», repiten a coro prensa escrita, cadenas de radio y tv de información permanente, alternando las imágenes e informaciones que llegan de Gaza y las informaciones sobre las redes de yihadistas presentes en Francia. El caso de la familia islamista del asesino de Arras ha multiplicado las alarmas.

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Durante los últimos tres días de crisis, en Francia se han producido mas de un centenar de actos violentos, profanaciones de tumbas, interpelaciones violentas, incluso amenazas de muerte contra personalidades relevantes.

Hassen Chalgoumy, imán de Drancy, al norte de Paris, y el imán de Burdeos, Tareq Oubrou, ha recibido nuevos amenazas de muerte, por denunciar expresamente el terrorismo de Hamas, apoyando a Israel. Se trata de una «guerra civil» entre musulmanes franceses.

El ministerio del Interior ha montado un servicio de seguridad «personalizado» para los imanes de Drancy y Burdeos, forzados a refugiarse en domicilio «desconocidos» con vigilancia armada, militar.