Europa, de nuevo en alerta ante el terrorismo islamista

El presidente de Francia realiza esta afirmación unos días después de que Mohammed Mogouchkov, un ruso de 20 años fichado por radicalización, asesinara al profesor Dominique Bernard en una escuela de Arras, en el norte del país.

El autor de este atentado había publicado previamente un vídeo en el que lo reivindicaba en nombre del grupo yihadista Estado Islámico y realiza además una alusión «muy marginal» a la ofensiva sorpresa de Hamás en territorio israelí, según Afp, que cita una fuente próxima al caso.

Poco después del ataque, Macron afirmó a los periodistas que el asesinato en Arras fue resultado del «bárbaro terrorismo islámico». Además, indicó que la Policía había contribuido a impedir otro atentado en otro lugar de Francia.

A raíz del asesinato de este profesor en Arras el Gobierno elevó el nivel de alerta a «emergencia atentado».

El temor a nuevos ataques se ha traducido en los días siguientes en la evacuación el sábado por amenaza de bomba del museo de Louvre de París y del palacio de Versalles, así como del instituto de Arras donde fue asesinado el profesor este lunes. En el caso de la antigua residencia de los Reyes de Francia, se ha vuelto a clausurar este martes por la misma razón.

Tres días después del ataque en Francia, un tunecino que vivía en Bélgica en manera ilegal mató con un fusil en Bruselas a dos ciudadanos suecos e hirió a otro de gravedad. El autor de esta acción fue abatido por la Policía en la mañana de este martes, según confirmó la Fiscalía Federal belga.

El primer ministro, Alexander De Croo, calificó el incidente como acto de «locura terrorista» y señaló que alguien que reivindicó responsabilidad por el ataque había divulgado en redes sociales un vídeo asegurando que se inspiró en el grupo radical Estado Islámico (EI). «El ataque terrorista que ocurrió ayer [lunes] fue cometido con total cobardía. El atacante escogió como blancos a dos aficionados de fútbol suecos», agregó en declaraciones que recoge Afp.

Tras el atentado, los espectadores del partido Bélgica-Suecia permanecieron más de dos horas y media confinados en el estadio del Rey Balduino.

«Todo indica que se trata de un acto terrorista dirigido contra Suecia y los ciudadanos suecos», ha afirmado por su parte el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, informa Ep. Según Kristersson, el sospechoso había visitado en alguna ocasión el país nórdico, aunque no estaba fichado por las autoridades. Sí había pedido asilo en Bélgica, aunque fue denegado. El primer ministro ha abogado en su intervención por la rápida expulsión de extranjeros en situación irregular.

Por otra parte, los servicios de seguridad suecos (SAPO) ya habían elevado a mediados de agosto el nivel antiterrorista, hasta el segundo más alto, si bien no ven motivos para aumentarlo aún más, indica en un comunicado su principal responsable, Charlotte von Essen, que sí reconoce el peligro del extremismo islamista.

Tras los asesinatos en Francia y Bélgica, este martes han sido detenidos en Milán dos hombres de origen egipcio acusados de simpatizar con Estado Islámico y de amenazar de muerte en internet a varios altos cargos, incluida la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. Ambos arrestados se habían pronunciado abiertamente a favor de actividades terroristas en aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram y en redes sociales como Facebook, según informa la Fiscalía en un comunicado.

Estos últimos hechos devuelven a la memoria la pesadilla islamista, que golpeó en sus años más duros a Europa a mediados de la pasada década, con atentados como los que dejaron 130 muertos en la discoteca Bataclan y otros puntos de París en 2015, los atentados en el aeropuerto y el metro de Bruselas al año siguiente que dejaron más de 30 víctimas mortales o el atropello en un mercado navideño de Berlín que mató a doce personas. No obstante, el que sufrió Madrid en 2004, con 191 muertos y más de 1.600 heridos, sigue siendo el más letal en territorio europeo de los últimas dos décadas. España se volvió a ver sacudida por el terror islamista en agosto de 2017, con los atentados en Barcelona y Cambrils, que costaron la vida a 16 inocentes.

Entre 2015 y 2016 se registraron en Europa más de 2.100 detenciones por terrorismo yihadista o de inspiración religiosa. En 2021 aún hubo 260, según datos del Consejo de la UE. En España tuvieron lugar en 2022 un total de 27 operaciones y 46 detenidos, la cifra más alta de operaciones desde 2017, según el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo.

Los líderes de la Unión Europea se reúnen precisamente este martes por videoconferencia en una cumbre para tratar de mandar un mensaje de unidad y reforzar la posición común ante la guerra en Gaza, tras el ataque de Hamás contra Israel.

La cita se produce después de que la situación en Oriente Próximo haya generado grietas tanto entre Estados miembros como en las instituciones europeas. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tardó en apelar al Derecho Internacional y denunciar el asedio a la Franja de Gaza, como hizo el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell. El comunicado conjunto de los Veintisiete que se ha elaborado condena el «brutal e indiscriminado» ataque de Hamás y recalca aue «no hay justificación para el terror», al tiempo que advierte a Israel de que debe ejercer su derecho de defensa «de acuerdo con el Derecho Humanitario y el Derecho Internacional».