Hazte premium Hazte premium

Eton College, la inagotable fábrica de «premiers»

Cameron es el último de los primeros ministros «old etonians», educados en el colegio más prestigioso del mundo

AGENCIAS

EMILI J. BLASCO

La española María Sancho descarta que su hijo Richard, de 15 años y uno de los pocos españoles matriculados en Eton College, llegue a vivir en Downing Street. «¿Primer ministro? No creo». No obstante, la reciente victoria electoral de David Cameron —un «old etonian», como se conoce a los ex alumnos— recuerda a todos que cualquier puerta queda abierta para quienes salen del colegio privado más famoso del mundo.

Por sus aulas han pasado a lo largo de los siglos 19 «premiers» británicos, decenas de ministros y unos cuantos príncipes. El alcalde de Londres Boris Johnson es otro conocido «old etonian».

Fundado en 1440 por el rey Enrique VI para niños pobres, Eton debe su fama en realidad a las familias ricas que comenzaron a llevar allí a sus hijos, internados en alojamientos externos. «La primaria función de Eton ha sido a lo largo de los siglos producir una élite dirigente suficientemente formada», explica Nick Fraser, antiguo alumno y autor del libro «The Importance of Being Eton» (La importancia de ser de Eton). Su tesis es que lo que fundamentalmente transmite el centro es «la cosa Eton»: el saberse con derecho a estar arriba, en la actividad que sea.

Frac sobre chaleco

Algo de eso se ve cuando se encuentra a estos chicos de entre 13 y 18 años por los alrededores de Eton College, al final de la calle mayor de Eton, población pegada a Winsor. Todos visten su tradicional uniforme, que básicamente se compone de frac sobre chaleco negro, pantalones negros a rayas y una camisa blanca que tiene un cuello especial adornado por una tira doblada a modo de discreta pajarita.

En este punto, en el que convergen la puerta principal del College, la sede de las múltiples sociedades estudiantiles y diversas bocacalles que llevan a las casas en las que viven los estudiantes, todos en régimen de internado, pasan los chicos de un lado a otro con sus libros y apuntes bajo el brazo. Caminan con la espalda bien recta, clara muestra de la seguridad en uno mismo propia de todo «etonian».

1.309 alumnos

Todo esto es incidir mucho en el elitismo de Eton, cuando «el único elitismo, si se quiere, es el intelectual», dice María Sancho, cuyo hijo Richard estudia segundo curso y se encuentra perfectamente cómodo en un ambiente en el que la inmensa mayoría de los estudiantes no provienen precisamente de familias de renombre. Richard es uno de los pocos españoles entre los 1.309 alumnos de Eton; entre los 180 docentes se encuentra el profesor González Medina, director del departamento de idiomas modernos.

María Sancho trabaja en Sotheby's y está casada con un ciudadano italiano, por lo que constituyen un hogar que no tiene nada que ver con los códigos de la sangre inglesa. «Antiguamente la gente entraba porque se era hijo de alguien, pero hoy se entra por aptitud. En la clase de mi hijo sólo hay algún compañero con gran apellido inglés».

Existe una fuerte selección. De las mil solicitudes anuales, se atienden apenas 250. Quien desea una plaza debe hacer un examen y someterse a varias entrevistas a los diez años, y luego habrán de revalidar su opción con buenas notas en el examen nacional que tiene lugar a los 13 años. Por lo demás, una generosa bolsa de becas de diferente cuantía permite a los chicos con talento abrirse camino aunque sus familias no tengan suficientes recursos para afrontar el precio de la matrícula, unos 28.000 euros, importe similar al de otros internados.

Las becas no sólo son para los 70 alumnos que integran los denominados «King's Scholars», el grupo de menos pudientes para los que originariamente se constituyó Eton y que reciben hasta un 90% de gratuidad. También existen ayudas (una quinta parte de todos los alumnos) para el resto, conocidos como «Oppidans». Los primeros viven dentro de Eton College, los demás en las 24 residencias que existen en las inmediaciones.

Según Tony Little, el director del colegio, Eton «es un lugar mucho más diverso, interesante y sensible de lo que era». Hace tiempo que se terminó la práctica de que familias adineradas matriculaban a sus vástagos nada más nacer. También terminó el tiempo en que los alumnos mayores utilizaban como criados a los alumnos menores.

Los ilustres educandos

Pero aunque algunas cosas han cambiado —no el uniforme, que los alumnos votaron conservar— sigue el nivel de excelencia y un tercio de cada promoción saliente va a las Universidades de Oxford y Cambridge. Cameron es el último de los primeros ministros en haber pasado por sus aulas (William Gladstone, Anthony Eden y Harold Macmillan son algunos de sus predecesores). Pero entre los «old etonians» hay espías (Guy Burgess), escritores (George Orwell, el más famoso de los «King's Scholars», y el creador de James Bond, Ian Fleming), príncipes (Príncipes Guillermo y Enrique) y hasta algún notorio asesino (Lord Lucan) figura entre sus ilustres educandos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación