El flanco Este de la OTAN
Estonia se prepara para un 'Día D' contra Rusia
Este país báltico de la Alianza Atlántica ha lanzado un plan para alcanzar más del 3% en inversión en 2024
En los próximos años adquirirá capacidades tras haber analizado las lecciones aprendidas de la guerra en Ucrania, país al que le gustaría ver más pronto que tarde en la OTAN
España reforzará su despliegue en el Este con el avión A400M
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Iniciar sesiónEstonia ya se prepara para su 'día D'... por si llega. Con una frontera de 294 kilómetros con Rusia, un pasado de ocupación soviética de 51 años y el ejemplo de la guerra en Ucrania, las autoridades estonias –Gobierno, Ejército y sociedad civil ... a través del potente movimiento de reservistas– han iniciado un rearme y reestructuración de sus Fuerzas Armadas sin precedentes para que, en caso de que sea necesario, actuar de modo resolutivo.
Eso sí, en Estonia se cuenta también con la Alianza Atlántica para defender «cada pulgada del territorio aliado», tal y como se aprobó en el nuevo concepto estratégico de la Cumbre de Madrid (2022), un paso fundamental para el Gobierno de este país.
«En la OTAN y en su Artículo 5 confiamos sin duda alguna», declara Tiina Uudeberg, subsecretaria de planificación del Ministerio de Defensa, quien la semana pasada presentó a cuatro medios europeos –entre ellos ABC– y dos 'think tanks' un planeamiento de defensa que situaría a Estonia, a partir de 2024, con una inversión del 3% del Producto Interior Bruto.
Actualmente, este país báltico del tamaño de Aragón (en extensión y población, con 1,3 millones de habitantes) destina un 2,34% de su PIB a defensa (869 millones de euros), según los últimos datos de la OTAN, organización que celebrará una decisiva cumbre el 11 y 12 de julio en Vilna (Lituania) donde se aprobarán medidas de refuerzo de la defensa de los países del flanco Este de la OTAN así como más inversiones en defensa.
Una de las peculiaridades de Estonia es que aproximadamente el 23% de su población es de origen ruso. En la ciudad fronteriza de Narva ese porcentaje es mucho mayor: 85%, según se definieron como «rusos étnicos» en el último censo del Gobierno estonio. Muchos de ellos tienen pasaporte ruso para poder entrar al otro lado del río, a través del puente sobre el río Narva.
Los planes estonios para el periodo 2024-2027 contemplan la adquisición de munición merodeadora (la famosa 'loitering munition' tan empleada en la guerra de Ucrania), artillería autopropulsada, sistemas de lanzamisiles múltiple ligeros (Himars), munición perforadora antitanque de 155mm, así como la reorganización de su Ejército de Tierra –el único realmente efectivo– en nivel de división con la creación de una segunda brigada, actualmente sólo hay una, a la que se añadirá en un futuro otra tercera multinacional de la OTAN.
Son capacidades que se unirán a la adquisición ya acometida de misiles antitanque Javelin, 36 obuses autopropulsados K9 Thunder de fabricación surcoreana o la modernización de sus vehículos blindados CV90, de origen sueco.
«Nuestra doctrina de defensa tiene un enfoque que involucra a todo el Gobierno y la sociedad, incluso los niños deben saber cómo actúa. Debemos estar preparados para la defensa de nuestro territorio a todos los niveles: para ello contamos con la fuerza de reservistas, ejercicios militares para empleados con facilidades de las empresas y un servicio militar obligatorio entre los 18 y 27 años (duración de 8-11 meses). Es necesario que haya conocimiento de la sociedad de las actividades militares ya que los sistemas de armas son cada vez más sofisticados y necesitan un mayor adiestramiento», indica Uudeberg.
Según datos proporcionados por el Ministerio de Defensa estonio, las fuerzas de este país en tiempos de guerra ascenderían a 43.700 efectivos, de los que 4.187 son militares profesionales, 20.213 son reservistas de reacción rápida y otros 19.300 forman parte del cuerpo reservista de defensa territorial que se organizaría por distritos en caso de un ataque de Rusia.
Dentro del ministerio existe un departamento que anualmente monitoriza los índices de apoyo ciudadano a la resistencia armada. En este sentido, el apoyo de los estonios ha subido del 77% de 2008 al 89% de 2023; los datos para los ciudadanos de etnia rusa son del 63% al 71%, respectivamente.
Batallón de la OTAN
Preguntados sobre si están «listos para participar activamente en dicha resistencia armada», un 72% de los estonios se consideran a favor de ello, por un 54% de ciudadanos de origen ruso. Esa cifra es del 46% para otro tipo de ciudadanos, aquellos que tienen permiso de residencia en Estonia pero pasaporte ruso.
En la base de Tapa, a 130 kilómetros de la frontera rusa, es donde se encuentra la mayor parte del grueso del Ejército de Tierra estonio, con los blindados VC90 y los obuses autopropulsados de 155 mm K9 Thunder. Aquí es donde mejor se palpa la tensión militar ante cualquier eventualidad.
El teniente Aruoja es el jefe del batallón 'Scout' de vehículos blindados CV90. Unidad de voluntarios, la mayoría militares profesionales, que tiene como objetivo «realizar acciones ofensivas en caso de que se nos requiera». Utilizan el inglés en su día a día como lengua de trabajo, «para hacernos más interoperable con otras unidades de blindados aliadas».
La concepción de la defensa estonia parte de una premisa: en caso de invasión rusa, lo importante es asegurar presencia militar detrás de las líneas enemigas para sabotear y hacer imposible el suministro logístico de la fuerza invasora.
—¿Ha cambiado algo la percepción de su misión con la guerra de Ucrania?, preguntamos.
—(Se piensa la respuesta encima de la torre del CV90 con cañón Bushmaster de 25mm). No en exceso. Si lo hubiera hecho significa que las cosas no las estábamos haciendo bien con anterioridad. Aquí estamos listos para responder como fuerza con espíritu ofensivo.
Así es, en el hangar de los CV90 la mayoría de los vehículos están provistos de su camuflaje. Los trabajos de puesta a punto de los vehículos son constantes. «Hay que estar preparados por si recibimos órdenes», indica el teniente al frente.
En Tapa también tiene su base el batallón multinacional de la OTAN liderado por Reino Unido, con sus carros de combate Challenger 2, y con apoyo francés que, por ejemplo, aporta artillería autopropulsada Caesar. En total son 672 soldados británicos y 322 franceses en una misión similar (Presencia Avanzada Reforzada, eFP en argot otaniano) a la que España mantiene en la base de Adazi, en la vecina Letonia.
«La OTAN debe dejarle claro a Rusia que un ataque contra un país aliado tendrá una respuesta»
Precisamente tras la Cumbre de Vilna este tipo de misiones se reforzarán en calidad y cantidad a nivel de brigada (unos 3.000 soldados) y diferentes sistemas de armas con el foco puesto en la defensa antiaérea. En Vilna también se activará un mecanismo para aumentar la presencia aliada con más ejercicios militares de la OTAN y dar a la misión de la Policía Aérea del Báltico un mayor protagonismo en lo que respecta a la defensa antiaérea, incluso se prevé cambiar su nombre. Precisamente, a Estonia acudirá en agosto y durante cuatro meses un nuevo destacamento del Ejército del Aire español compuesto por ocho aviones de combate Eurofighter y un avión de transporte y reabastecimiento en vuelo A400M (este último por un mes).
«La Alianza debe dejarle inequívocamente claro a Rusia que un ataque contra un país aliado tendrá una respuesta. La cuestión no es solo sobre el número de soldados que tienes sobre el terreno para disuadir, ya que los rusos están dispuestos a sacrificar siempre cinco o seis veces más efectivos, sino sobre la capacidad de fuego y los efectos para alcanzar la parálisis estratégica del enemigo. Esto debe ser comunicado a los rusos», explica durante un alto mando militar estonio a los periodistas durante un 'briefing' sobre la situación, basado en la experiencia de la guerra en Ucrania.
Estonia también es fiel defensora de que, de alguna manera, en la Cumbre de Vilna de la OTAN se le ofrezca a Ucrania un mensaje claro de que en el futuro se convertirá en país miembro de la Alianza Atlántica, «con una hoja de ruta». Un punto que tratará de defender su primera ministra, Kaja Kallas, en las reuniones de líderes aliados.
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