Estados Unidos congela el suministro de municiones cruciales para el Ejército de Ucrania

Zelenski ha solicitado en varias ocasiones a Estados Unidos que acceda a vender más sistemas de defensa aérea «Patriot» para blindar los cielos del país. Las tropas de Kiev cuentan a día de hoy con media docena de los efectivos sistemas de defensa aérea estadounidenses. Pero la respuesta de la Administración Trump ha sido congelar la ayuda militar prometida en la era Biden.

El responsable de la esta medida es el jefe de políticas del Pentágono, Elbridge Colby. Según el medio 'Politico', Washington adoptó la medida ya a principios de junio. La subsecretaria prensa de Casa Blanca, Anna Kelly, señaló que «esta decisión se tomó para priorizar los intereses de Estados Unidos tras una revisión del Departamento de Defensa (DOD) del apoyo y la asistencia militar de nuestra nación a otros países del mundo».

Por su parte, el Kremlin afirma que una reducción de la entrega de armas por parte de Estados Unidos a Ucrania supondría que «se acerca el final» de la invasión: «Cuantas menos armas sean entregadas a Ucrania, más se acerca el final de la operación militar especial», ha dicho el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

Las autoridades ucranianas no han realizado, por el momento, declaraciones públicas. Pero el Ministerio de Exteriores, dada la importancia de la medida para la defensa del país, ya ha convocado al Encargado de Negocios de Estados Unidos en Ucrania, John Hinkel, para abordar el tema. Según Financial Times, el principal asunto de discusión fue la cooperación y asistencia estadounidense a Ucrania. Si la pausa se prolonga en el tiempo será un mazazo para el esfuerzo bélico de Kiev. Las municiones que ya no llegarán a Ucrania son fundamentales para proteger a las ciudades e infraestructura y a la población civil. Sólo durante el mes de junio, Rusia disparó más de 5.400 drones contra Ucrania, la mayor cantidad de vehículos aéreos no tripulados lanzados desde el inicio de la guerra. La suspensión también afectará al rendimiento de las tropas ucranianas en el frente de batalla en plena ofensiva rusa de verano.

El Ejército defensor dejará de recibir de Estados Unidos los misiles mejorados PAC-3 Patriot, fundamentales para proteger las infraestructuras críticas y las ciudades de los misiles balísticos y de crucero lanzados por Rusia. También se frena la llegada de los ansiados proyectiles de artillería de 155 milímetros, muy efectivos en los ataques en el frente. A la lista de municiones congeladas se suman los cohetes guiados GMLRS que pueden ser disparados desde los sistemas HIMARS y suelen ser empleados para atacar depósitos de municiones o puestos de mando enemigos. Son proyectiles de alta precisión con un alcance de 70-90 kilómetros. Muy dañinos a la logística rusa en la retaguardia. La Adminsitración Trump congeló, además, las entregas del misil portátil antiaéreo, Stringer, clave durante los primeros compases de la invasión a gran escala. Y los misiles AIM-7 Sparrow y AGM-114 Hellfire.

El presidente de Ucrania confirmó en su discurso nocturno a la nación el primero de julio la muerte del coronel Serhiy Zakharevych, comandante de la 110ª Brigada, en un ataque ruso contra Hulyaipol, en la región de Dnipropetrovsk. Más de 30 personas entre civiles y militares resultaron heridas. Zelenski prometió investigar el suceso.

Rusia ha logrado asestar varios golpes contra centros de entrenamiento militares ucranianos durante los últimos meses. Y este lunes el alto mando militar de Kiev tomó cartas en el asunto. El jefe del Ejército ucraniano, Oleksander Sirsky, ordenó reforzar la seguridad de estos lugares. Sirski prohibió la acumulación de soldados y armamento en campamentos improvisados con tiendas de campaña. La orden incluye la obligatoriedad de construir refugios y encontrar «soluciones de ingeniería adicionales» para incrementar la protección de los soldados.

El 2 de junio el comandante de las fuerzas terrestres de Ucrania, Mykhailo Drapatyi, presentó su renuncia tras un bombardeo contra un campo de entrenamiento que dejó 12 soldado muertos y hasta 30 heridos. El 22 de junio, otro ataque ruso provocó la muerte de tres militares y una docena de heridos. Drapaty, uno de los más eficientes militares de las tropas de Zelenski, destacó en su mensaje de renuncia que «No ganaremos esta guerra si no construimos un ejército donde el honor no sea solo una palabra, sino un hecho».