El enviado del Papa para mediar en la guerra en Ucrania llega a Kiev

Según ha anunciado la oficina de prensa del Vaticano en un comunicado, «se trata de una iniciativa cuyo objetivo principal es escuchar en profundidad a las autoridades ucranianas sobre las posibles vías para alcanzar una paz justa y apoyar gestos de humanidad que contribuyan a aliviar las tensiones». Los detalles de esta misión de paz – la más importante del pontificado- siguen siendo confidenciales por razones de seguridad y porque el proceso de mediación está en una fase todavía de estudio. De hecho, se ha mantenido en secreto la agenda de Zuppi en Kiev.

El obispo italiano – avalado por la brillantez diplomática con la que ha impulsado otras negociaciones en Mozambique, Burundi o Guatemala y por su flexibilidad para construir relaciones personales- no lo tendrá nada fácil. Le tocará lidiar con el ala más cerrada del Gobierno de Volodímir Zelenski, quien tras reunirse con el Papa en el Vaticano dejó claro que no necesitaba intermediarios y hasta pidió al pontífice que se sumase a su fórmula para la paz, que incluye la retirada de las tropas rusas de todos los territorios. Una estrategia actualmente imposible en el camino para el fin del conflicto.

El Papa es plenamente consciente de las dificultades que entraña poner la posibilidad de un alto el fuego sobre la mesa, pero no renuncia al sueño de la paz. A finales de mayo, admitió que en este momento Ucrania no está pensando en una mediación por la paz porque saben que «tienen una fuerza propia muy grande». «No sueñan tanto en mediaciones, porque realmente el bloque de Ucrania es muy fuerte. Toda Europa, Estados Unidos. O sea que tienen una fuerza propia muy grande», aseguró Francisco en una entrevista con Noticias Telemundo.

Otra de las vertientes de la cita diplomática de Zuppi en Kiev será la deportación ilegal de niños ucranianos y su traslado desde las zonas ocupadas de Ucrania hacia Rusia por la que la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Vladimir Putin.