Ni entrevistas con medios ni malas noticias: las instrucciones a los hospitales de Israel para atender a los rehenes liberados

Junto a esta protección de los rehenes, el resto de instrucciones son de carácter organizativo, sobre todo en su distribución en los hospitales. A diferencia de ocasiones anteriores, habrá un reparto más amplio entre los centros médicos, dependiendo del estado físico y mental de las personas que regresan del cautiverio. Además, y al igual que en anteriores regresos de rehenes, cada liberado será atendido por un trabajador social para llevar a cabo un proceso de rehabilitación a largo plazo que se espera que dure varios años.

En este sentido, la investigación y las entrevistas por parte de los servicios de Inteligencia para el interior (Shin Bet) solo se efectuarán después de que los liberados se reúnan con sus familias y el equipo.

Para los equipos que atiendan a los liberados, las instrucciones prevén también distintas fases. La primera es un contacto inicial que incluye una presentación personal y dirigirse a los rehenes por su nombre para crear una sensación de familiaridad. Las autoridades han pedido expresamente a los equipos mantener contacto visual y una expresión facial agradable, pero no entablar ningún contacto físico a menos que el rehén lo solicite o inicie.

Su trabajo con los rehenes liberados consistirá en proporcionarles orientación: aclararles constantemente dónde están, qué está sucediendo y qué sucederá después. Su misión será crear una sensación de seguridad en la medida de lo posible. Para ello, los equipos deben identificar el nivel de confusión del liberado y repetir todos los detalles si es necesario.

Además del apoyo psicológico, los equipos que atiendan a los liberados han de satisfacer sus necesidades básicas, siendo la prioridad la comida, la bebida, los servicios sanitarios y el descanso. Si demandan necesidades adicionales, deberán reunirse con el personal administrativo.

En la evaluación psicológica inicial, habrá una breve reunión para afrontar una primera etapa en la que se espera diagnosticar males como disociación y desconexión, ansiedad e inquietud notable y psicosis. Los equipos han recibido instrucciones apropiadas para cada caso. Con respecto a las reacciones emocionales intensas, las instrucciones son no fomentar la expresión emocional forzada por respeto a la estrategia de afrontamiento del superviviente del cautiverio, dar espacio para la alegría, alivio, indiferencia, vergüenza y culpa, sueño y enojo, incluso hacia los uniformados.

Si necesitan apoyo, los equipos de asistencia deben establecer contacto con un pariente del liberado y con el funcionario encargado de la familia. En caso de malas noticias. los equipos no deben informar al superviviente, incluso aunque pregunten directamente. Deben decir que no saben y explicarle qué miembros de su familia lo esperan en el hospital.