Empieza alto el fuego de 72 horas en Sudán tras 10 días de combates y 400 muertos
Más de 1.000 ciudadanos de la Unión Europea han sido evacuados, según el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell. España anunció la salida de 100 personas, entre las que había latinoamericanos
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AFP
Después de 10 días de combates mortíferos entre dos generales que han dejado más de 400 muertos, el martes a medianoche comenzó en Sudán un alto el fuego anunciado por el jefe de la diplomacia estadounidense.
Las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) y ... las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) acordaron un alto el fuego «después de intensas negociaciones», anunció el secretario de Estado, Antony Blinken, dos horas antes del inicio de la tregua a medianoche.
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Silvia NietoLos combates que libran el Ejército regular y los paramilitares de las RFA causan 413 muertos y miles de heridos
Las FAR confirmaron y anunciaron una «tregua dedicada a la apertura de corredores humanitarios y para facilitar los desplazamientos de civiles». En un comunicado en Facebook, el Ejército dijo que respetará el alto el fuego si sus rivales lo hacen también.
Las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, el principal bloque civil que ambos generales ahora enfrentados echaron del poder en un golpe en 2021, confiaron en que la tregua permitirá «dialogar en las modalidades de un alto el fuego permanente».
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, había advertido el lunes que los combates entre el ejército del general Abdel Fatah al Burhan y los paramilitares del general Mohamed Hamdan Daglo habían situado a Sudán «al borde del precipicio».
Ambas partes beligerantes habían anunciado repetidas veces en los últimos días que aceptaban parar los combates, pero en cada ocasión se acusaban mutuamente de romper la tregua.
Esta vez, «Estados Unidos espera que el Ejército y las FAR respeten plenamente y de inmediato el cese el fuego», advirtió Blinken.
Las explosiones, los bombardeos y los disparos no han dejado de resonar desde hace diez días en la capital sudanesa, Jartum, y otras zonas, provocando al menos 427 muertos y más de 3.700 heridos, según las agencias de la ONU.
Quienes no consiguen huir del fuego cruzado intentan sobrevivir sin suministro de agua ni electricidad, con escasez de comida y cortes de internet y de teléfono.
Esta espiral «corre el riesgo de una conflagración catastrófica dentro de Sudán que podría envolver a toda la región y más allá», aseguró Guterres.
Pese a esta advertencia, el emisario de la ONU en Sudán, Volker Perthes, permanecerá en este país del este de África, a diferencia de numerosos diplomáticos y otros ciudadanos extranjeros.
Las capitales extranjeras lograron negociar con los dos beligerantes la evacuación de su personal diplomático y de ciudadanos de sus países.
Más de 1.000 ciudadanos de la Unión Europea han sido evacuados, según el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell. España anunció la salida de 100 personas, entre las que había latinoamericanos.
China, Estados Unidos, Japón y varios países árabes también anunciaron la extracción de cientos de personas.
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