La «quinta columna» republicana gana enteros contra Trump

Los fundadores son veteranos de la política conservadora, que han trabajado en las campañas de George H.W. Bush o John McCain. Entre ellos está George Conway, un abogado que se ha convertido en uno de los azotes más pintorescos de la Administración Trump. Es, a la vez, un feroz crítico del presidente y marido de Kellyanne Conway, asesora del presidente y directora de su campaña en su triunfo histórico de 2016.

Es la misma generación de «never-Trumpers» -«los nunca-Trump»- a los que el presidente de EE.UU. doblegó en su ascenso al poder . Desde entonces, ha ejercido su poder sobre el partido republicano con puño de hierro. Ganar unas primarias republicanas con críticas a Trump ha sido, hasta hace poco, imposible.

Madrid, que fue director político del partido republicano en California, defiende que ahora las cosas han cambiado, que Trump es más débil y que es un lastre para su partido. «Representa algo muy diferente a lo que ha sido el partido republicano. Su programa es nacionalista y populista , no es conservador», asegura, y añade que «siempre ha habido una gran incomodidad con Trump en parte del partido, en especial entre los votantes con estudios universitarios».

La pandemia de Covid-19, con una crisis sanitaria y económica histórica, ha puesto a Trump en una posición de debilidad . Ahora, The Lincoln Project y otros grupos de republicanos anti-Trump tratan de aprovecharla. Su objetivo es que muchos votos de republicanos moderados vayan a su rival, Joe Biden, y eso fuerce su salida de la Casa Blanca.

Su tamaño es irrisorio comparado con la maquinaria electoral de Trump y se han dedicado a una guerra de guerrillas en redes sociales, con vídeo críticos, punzantes y satíricos con el presidente. Una de las claves de su éxito es entender la psique de Trump: proyectan sus anuncios en canales de televisión y en regiones donde está el presiente, un adicto a la pequeña pantalla. La reacción furiosa de Trump en redes sociales a es lo que ha dado mayor altavoz a The Lincoln Project.

Madrid confía en que, si se mantiene su debilidad en las encuestas, muchos republicanos de peso -que se juegan su escaño en el Congreso- den la espalda a Trump. «Podría convertirse en una carga política para ellos», asegura. «El miedo a atacarle”, algo que ha dominado el partido en los últimos tres años, puede convertirse en «el miedo a estar cerca de él».

Es difícil saber si eso se cumplirá, pero lo cierto es que las posturas enfrentadas al presidente empiezan a ser cada vez más habituales entre legisladores de peso. Varios senadores republicanos -Susan Collins, Tim Scott, Lisa Murkowski- criticaron a Trump por desalojar una plaza de Washington de manifestantes con antidisturbios para sacarse una foto en una iglesia. Legisladores influyentes, como la diputada Liz Cheney o el senador Pat Toomey se han sumado a las críticas. Mitt Romney, senador y ex nominado a la presidencia, es uno de los que son combativos desde el principio y en las últimas semanas se ha sumado con fuerza su compañero de bancada Ben Sasse. El ex candidato a la presidencia John Kasich dará un discurso esta semana en la convención demócrata.

Trump y su campaña han despreciado las críticas, incluso las leves, como la manifestación del «swamp», la ciénaga del «establishment» político que atrapa a Washington y que él vino para secar. En su habilidad para el mote, los califica de RINO, las siglas de «Republicanos solo en el nombre».

Pero no son los únicos. También hay grupos como Votante Republicanos Contra Trump, que comparten vídeo de votantes conservadores defraudados por Trump , y plataformas de financiación electoral contra él, como Right Side o Alumni for Bush.

«Estamos viendo el comienzo de una revuelta», augura Madrid, aunque los rebeldes siguen siendo una inmensa minoría . Que su ‘quinta columna’ tenga impacto en el voto no se sabrá hasta el 3 de noviembre.