ANÁLISIS

La carrera presidencial en EE.UU.: Show must go on

La investigadora del Instituto Franklin-UAH Cristina Crespo analiza el retraso en conocerse los resultados de las elecciones en Estados Unidos

Resultados y última hora de las elecciones en EE.UU.

Joe Biden y Donald Trump AFP

Cristina Crespo

Una de las opciones que barajaban las encuestas de intención de voto en las presidenciales del 3 de noviembre era la posibilidad de encontrarnos ante un escenario bastante ajustado, y así ha ocurrido. De todos los escenarios posibles, este era sin duda el más ... desalentador. Primero, por lo que supone el momento de incertidumbre que podría alargarse hasta la fecha límite que los estados tienen de resolver sus votos al colegio electoral - a los compromisarios- el 8 de diciembre; y segundo, por la reacción de los grupos extremos comenzando con el actual inquilino de la Casa Blanca.

Es precisamente en los estados clave del cinturón del óxido Wisconsin, Míchigan y Pensilvania donde se está contabilizando el voto por correo. Si una vez escrutado el voto, el margen de empate es inferior al 1% se volvería a contabilizar el voto. De modo que es probable que no sepamos un resultado claro hasta mediados del mes de noviembre. Si además alguno de estos estados recibe una denuncia de fraude, se iniciaría un litigio en la Corte de ese estado en concreto. La última instancia sería la de acudir a la Corte Suprema –una posibilidad que ha anunciado Trump–, pero antes de ello debe pasar por el sistema electoral del estado en particular y también por su tribunal estatal. Entonces, ¿qué posibilidades tiene cada uno de los candidatos en ganar las elecciones a la presidencia?

Pues como avanzaban las encuestas –no tan equivocadas como parecía– el candidato demócrata parece que podría llevar la ventaja en el voto por correo, lo que le daría vencedor en los estados anteriormente mencionados y por tanto obtendría la presidencia. Tomemos, por ejemplo, el estado clave de Pensilvania. En este momento la ventaja es republicana (55,7 versus 43,1%) con el 64% del escrutinio. En los próximos días se contabilizará el voto por correo. Teniendo en cuenta que la ventaja republicana es de en torno a 700.000 votos, los 1,4 millones de votos por correo, incluyendo los 270.000 votos del condado de Filadelfia, supondrían un vuelco en el resultado si esperamos la ola azul y le darían la victoria a Biden. Tampoco sería extraño, ya que se trata del estado natal del candidato demócrata y cuesta pensar que lo haya perdido totalmente. Por ello se ha manifestado desde su sede donde confiaba dar el discurso ganador.

La cuestión es que la introducción de mecanismos del juego democrático como puede ser el recuento de votos por correo o incluso la de un árbitro en el mismo a través del sistema judicial alimentan aún más una polarización extrema y un candidato/presidente que cuestiona la democracia en sí. Desafortunadamente el retraso en el resultado final movilizará los grupos radicales en las calles y dividirá aún más a la sociedad.

Trump amenaza con acudir al Tribunal Supremo donde cuenta con una mayoría republicana. Esto podría dilatar aún más la elección del presidente, pero siempre con una fecha límite. El Congreso de los Estados Unidos deberá contar los votos del colegio electoral el 6 de enero y el 46 Presidente de la todavía primera democracia del mundo deberá tomar posesión el 20 de enero de 2021. Hasta el entonces el show trumpista must go on .

Cristina Crespo es investigadora y coordinadora general del Instituto Franklin-UAH

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