Biden se queda en casa por miedo al Covid

En los dos últimos días, Biden solo ha hecho una parada en Georgia, un estado de fuerte implantación republicana en el que los demócratas han hecho progresos y en el que aparecen con una ventaja mínima en los sondeos. Mientras tanto, Trump, en el mismo periodo, ha visitado Míchigan, Wisconsin, el segundo distrito de Nebraska, Arizona -cuatro territorios muy disputados que no puede perder- y Nevada, donde Biden tiene más ventaja.

Incluso en la era del Covid-19 , la decisión del exvicepresidente con Barack Obama parece sorprendente. Se produce en medio de críticas internas en el partido sobre la ligereza de su calendario de campaña y la poca frecuencia de visitas a estados determinantes y que los demócratas perdieron en 2016. En especial, el «muro azul» que tenían en los estados del «cinturón del óxido» -Pensilvania, Ohio, Míchigan y Wisconsin- y donde muchos esperarían que Biden acudiera con más frecuencia . Sobre todo, a Pensilvania, que podría ser el estado que incline las elecciones y cuya principal ciudad, Filadelfia, ha vivido dos noches de disturbios y saqueos por la muerte de un vecino negro a manos de la policía esta semana.

El candidato demócrata, sin embargo, está siguiendo al pie de la letra el guión que se ha marcado para la campaña: cargar la suerte en la gestión de Trump de la pandemia y en el carácter divisivo del presidente. Por eso, Biden ayer no se subió al avión y mantuvo en Wilmington un encuentro con expertos en salud pública para incidir en la gravedad de la pandemia en EE.UU., que vive un repunte de contagios a escasos días de la cita con las urnas. El país acumula ya más de 226.000 fallecidos y se acerca a los nueve millones de casos, medio millón solo en la última semana.

Biden se rodeó de gráficos de evolución de la pandemia como si fuera un presidente en pleno monitoreo de la crisis. «Estamos en el medio de una tercera ola», dijo uno de los invitados, David Kessler, director del Centro para la Ciencia en el Interés General. Después, el candidato dio un discurso en el que centró en el covid la razón por la que «no nos podemos permitir otros cuatro años de Donald Trump. Podemos cambiar esto con el voto, quedan seis días para poner al país en una dirección diferente».

Biden aseguró que la «negativa» de la Administración Trump a reconocer la realidad de la pandemia «es un insulto a cada persona que haya sufrido Covid-19 y a cada familia que haya perdido a un ser querido».

El candidato demócrata aprovechó para resaltar el especial impacto de la epidemia en las minorías, en un intento de movilizar su voto, después de que su poco entusiasmo por Hillary Clinton hace cuatro años fuera una de las claves de su derrota. «Uno de cada mil negros estadounidenses han muerto por Covid», recordó Biden.

El contraste ayer entre las campañas de Trump y Biden era ayer más evidente que nunca: el presidente, saltando de un mitin multitudinario a otro, con miles de seguidores sin mascarilla ni distancia social , y con la prioridad de evitar hablar del covid. Su rival, parapetado en su casa, centrado en la pandemia.

Biden aprovechó un resbalón de la campaña republicana para retratar la gestión de Trump del covid. En la víspera, cientos de personas se quedaron tiradas a la intemperie en el aeropuerto de Omaha (Nebraska) donde Trump dio un mitin. Los autobuses que debían llevarles hasta los aparcamientos donde dejaron sus coches no podían moverse en el embotellamiento provocado tras el acto electoral, y estuvieron horas pelados de frío. «Los estadounidenses se merecen más que lo que vivimos anoche sobre cómo la campaña de Trump trató a sus seguidores en Omaha», criticó el demócrata. «Es una imagen que retrata cómo ha tratado Trump la crisis. Se saca la foto y se va. Deja a la gente sufrir las consecuencias de su incapacidad de tener un plan. Y le da igual».