El asesinato del CEO de UnitedHealthcare desata una celebración macabra en redes
En medio de un descontento con los seguros médicos, miles de usuarios se mofan del asesinado y se muestran contrarios a colaborar con las autoridades para encontrar al asesino
Un asesinato a traición y una huida de película: la reconstrucción del paso del tirador por Nueva York
El asesino del CEO de UnitedHealthcare tardó menos de una hora en huir en autobús de Nueva York
Corresponsal en Nueva York
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Iniciar sesiónTodavía debía estar caliente el cadáver de Brian Thompson, el consejero delegado de la aseguradora médica UnitedHealthcare, asesinado el miércoles en el corazón de Manhattan, cuando algunos en EE.UU. empezaron a justificar los tres tiros mortales que recibió de espaldas.
«Y la ... gente se pregunta por qué queremos a estos ejecutivos muertos», escribía en su red social Taylor Lorenz, una columnista simpática con posiciones izquierdistas (este verano se quedó sin su tribuna en 'The Washington Post' por llamar a Joe Biden «criminal de guerra»). Lorenz, habitual en todas las polémicas, acompañaba su mensaje de una noticia sobre otra compañía de seguros médicos, Blue Cross Blue Shield, que había anunciado el mes pasado que no cubriría la duración completa de las anestesias para cirugía de sus asegurados (un día después del asesinato de Thompson, Blue Cross Blue Shield anunció que no iría adelante con el plan).
El mensaje macabro de Lorenz era solo uno en el mar de reacciones al asesinato de Thompson, el máximo ejecutivo de la mayor aseguradora médica del mundo, en una acera de Nueva York. Muchas de esas reacciones en redes sociales estaban muy lejos del luto. Al contrario: en un clima de insatisfacción y frustración con la sanidad en EE.UU., muchos celebraron el asesinato o se mofaron de la suerte del ejecutivo.
Rostro sonriente, pistola con silenciador y mensajes en balas: el cerco al asesino del CEO de UnitedHealthcare
Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York«Por desgracia, mis condolencias están fuera de la red», bromeaba uno, en referencia al hecho de que en ocasiones las aseguradoras no cubren un gasto médico por estar fuera de su sistema, lo que limita la cobertura médica de los pacientes. «Mis pensamientos y mi deducible están con la familia», seguía otro, en referencia a la cantidad de dinero establecida en muchas pólizas -el deducible- que los asegurados tienen que pagar hasta que el seguro cubre sus gastos médicos (pese a pagar cientos o miles de dólares al mes por esas pólizas).
Otros compartían imágenes de los anuncios con recompensa que ofrece la policía de Nueva York para dar con el asesino -todavía fugado- y se mofaban de que en ningún caso colaborarían con las autoridades para que el atacante sea detenido. Otras alababan al asesino, le sacaban parecidos con famosos y algunos estarán esperando al próximo Halloween para copiar su indumentaria como disfraz.
«Los chistes sobre el consejero delegado de UnitedHealthcare no son realmente contra él», reaccionó el periodista Ken Klippenstein. «Van contra el sistema de sanidad rapaz que él personifica y por el que los estadounidenses sienten dolor profundo y humillación».
Muy impopulares
Las aseguradoras médicas son muy impopulares en EE.UU., con un sistema sanitario basado en los seguros privados, con costes disparados -no solo culpa de las aseguradoras-, coberturas limitadas para muchos y donde un problema de salud se convierte de forma habitual en un infierno económico y de papeleos. Según una encuesta del año pasado de KFF, un 'think tank' de la sanidad, dos tercios de los adultos de EE.UU. había tenido problemas con su seguro en el último año.
Para la escritora Joyce Carol Oates, la reacción al asesinato en redes «son gritos desde el corazón de un país profundamente herido y traicionado» y hablaba de «cientos de miles de estadounidenses de los que se aprovechan con descaro las aseguradoras médicas».
Un editorial de 'The New York Post' se preguntaba si los chistes sobre Thompson tienen que ver con esa frustración o con «una sociedad que está insensibilizada por la aspereza de los debates en redes, disociada de la bondad».
En medio de estos debates, el sospechoso seguía este viernes fugitivo, más de tres días después de su asesinato. Las autoridades han visto su rostro en imágenes de cámaras de seguridad, saben qué tipo de arma utilizó y han reconstruido sus pasos antes de descerrajar tres tiros a Thompson. Llegó en autobús diez antes del asesinato, en una ruta que venía desde Atlanta (Georgia). Se alojó en un hostal con habitaciones compartidas en el Upper West Side de Manhattan. Usó un carné de identidad falso de New Jersey para registrarse. En la mañana del asesinato, fue en metro hasta la puerta del Hilton en la que esperó a Thompson y antes entró en un Starbucks. En el camino, podría haber dejado muestras de ADN -en una botella de agua, en las balas, en un teléfono encontrado en la escena- que podrían ser clave para su identificación.
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