Los gays podrán servir abiertamente como militares de EE.UU.
El Senado respalda el final de «No preguntes, No cuentes», que ha provocado desde 1993 la expulsión de 13.500 militares
PEDRO RODRÍGUEZ
Tras una batalla de proporciones épica dentro de la llamada "guerra cultural" que Estados Unidos libra consigo mismo, el Senado federal ha terminado este sábado con la regla popularmente conocida como "no preguntes, no cuentes" que venía forzando a que los homosexuales y lesbianas ocultasen ... su verdadero orientación sexual para servir en las Fuerzas Armadas americanas. La reforma estaba considerada como una de las grandes prioridades de la Administración Obama en los últimos días de un Congreso todavía con mayoría del Partido Demócrata en ambas Cámaras.
La nueva legislación, ya respaldada por la Cámara Baja, permitirá en los próximos meses que miembros de la comunidad "gay" de Estados Unidos puedan alistarse como profesionales militares sin temor a ser perseguidos. En virtud de la regulación DADT ("Don't Ask, Don't Tell"), instaurada en el año 1993, más de 13.500 militares de Estados Unidos han sido expulsados al trascender su condición de homosexuales y lesbianas.
Al celebrar este triunfo en su agenda legislativa más hacia la izquierda, el presidente Barack Obama ha destacado la importancia histórica de terminar con una mala política de exclusión que a su juicio "debilita nuestra seguridad nacional mientras viola los mismos ideales por los que nuestros valientes hombres y mujeres en uniforme arriesgan sus vidas para defenderlos".
El punto y final de lo que la comunidad "gay" consideraba como una injusta forma de discriminación ha generado un intenso debate político en Washington sobre el impacto de acabar con la medida originalmente fruto de un compromiso durante la Administración Clinton. El rechazo en el Senado ha estado liderado por el senador republicano John McCain. Según ha argumentado el ex candidato presidencial y condecorado veterano de la guerra de Vietnam, acabar con "no preguntes, no cuentes" supone un riesgo adicional para las tropas de Estados Unidos desplegadas en zonas de combate como Afganistán e Irak.
El senador McCain ha atacado a los demócratas por empujar su agenda social durante los últimos días de la actual legislatura ignorando los deseos del electorado americano que en las reciente legislativas de noviembre ha elegido más republicanos para el Senado y ha otorgado una amplia mayoría a los conservadores en la Cámara Baja. Según ha reprochado McCain, "ellos saben que no lo podrían haber conseguido a partir del 5 de enero", fecha de arranque del Congreso número 112.
Durante el debate en la Cámara Alta celebrado con carácter excepcional durante un sábado, el senador demócrata Ron Wyden ha argumentado que "si uno ama lo suficiente a este país como para estar dispuesto a poner en peligro su vida, no debe verse obligado a esconderse". Mientras que el portavoz demócrata Harry Reid ha recordado la aseveración del legendario y archi-conservador senador Barry Goldwater: "Uno no tiene que ser heterosexual para disparar derecho". Al final, el respaldo clave de seis senadores republicanos en una votación de procedimiento ha permitido acabar con la exclusión militar de los "gays" en Estados Unidos, al producir una mayoría suficiente para eliminar la posibilidad de adicionales maniobras parlamentarias de bloqueo.
El Pentágono también ha terciado en toda esta controversia con un estudio publicado este mes. De acuerdo a la opinión favorable del Departamento de Defensa y del jefe de la Junta de Estado de Mayor, la abierta integración de homosexuales y lesbianas no va a suponer un menoscabo para la capacidad militar de Estados Unidos. El estudio también incluía un sondeo con una clara mayoría de uniformados desestimando que esta reforma vaya a generar daños la cohesión interna, buen orden, disciplina, moral o preparación de sus respectivas unidades.
En el seno de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, los "marines" con múltiples declaraciones públicas de rechazo son los que más resistencia han puesto a terminar con las penalizaciones impuestas en 1993. Según ha insistido esta misma semana el general James Amos, actual comandante de la Infantería de Marian de Estados Unidos, la abierta integración de "gays" a sus filas supone un riesgo de "distracciones" y errores" con el consiguiente aumento en el número de bajas durante operaciones de combate.
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