EE.UU. cree que el régimen de Putin se agrieta tras la rebelión
Críticas a Trump y sus aliados por su cercanía a Rusia. Por su parte, políticos demócratas se pronuncian sobre lo sucedido
El duelo Putin-Prigozhin: entre el fin de la guerra en Ucrania o el conflicto civil en Rusia
El gobierno de Estados Unidos cree que grietas importantes se han abierto dentro del régimen ruso tras la invasión de Ucrania, y que la insurrección fallida del grupo de mercenarios Wagner es una muestra de ello que tendrá consecuencias a medio plazo.
«Esto es solo un capítulo más de un libro muy, muy malo que (Vladímir) Putin ha escrito para Rusia. Pero lo sorprendente de esto es que sea algo interno», dijo este domingo el jefe diplomático norteamericano, Antony Blinken.
Lo relevante para EE.UU. es que sea alguien desde dentro del régimen, como el jefe de mercenarios Evgueni Prigozhin, exiliado de momento en Bielorrusia, quien cuestione directamente la autoridad de Putin y las premisas bajo las cuales inició la agresión contra Ucrania, según afirmó Blinken en la cadena CNN.
«Son grietas. A dónde conducen, dónde llegan, aún es demasiado pronto para decirlo, pero claramente esto plantea nuevas dudas con las que Putin tiene que lidiar», añadió el secretario de Estado en las valoraciones de mayor calado efectuadas por el gobierno norteamericano desde que se declaró el levantamiento.
EE.UU. tiene sanciones contra Prigozhin por sus injerencias en elecciones, ya que aparte de mercenario es financiador de la Agencia de Investigación de Internet, un entramado de desinformación experto en provocar y agravar crisis de gobernanza a ambos lados del Atlántico.
Varios informes de inteligencia y académicos relacionan a Prigozhin en la estrategia de Rusia de fomentar el separatismo europeo, como en el caso de Reino Unido en el Brexit o la crisis de la independencia catalana en 2017. Perfiles en redes sociales falsos radicados en Rusia promovieron mensajes para crispar en ambos casos, según esos análisis.
Diputados y senadores demócratas también se han pronunciado este domingo sobre la insurrección fallida, sobre todo tratando de emplearla para criticar a los republicanos. Hay un pequeño grupo del sector trumpista que ha sido crítico con el apoyo a Ucrania y defiende la no injerencia de Washington ante la invasión rusa. Ese sector se ha mantenido por lo general en silencio este fin de semana.
El diputado demócrata de Massachusetts Jake Auchincloss afirmó que Rusia «está dividida y desmoralizada y Ucrania está unida y en ataque». «La mejor (¿la única?) esperanza de Putin es que el Partido Republicano elija a Trump sobre Ucrania», añadió en un comunicado.
Rivales de Trump en la carrera por las primarias también han marcado distancias con lo que perciben como una posición favorable a Rusia del expresidente. El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, prometió mantener el apoyo a Ucrania si gana, algo poco probable a tenor de las encuestas.
«Estoy convencido de que América será más grande, más fuerte, más rica y más influyente en el mundo porque nos mantuvimos fieles a nuestros principios y apoyamos a nuestros amigos», dijo Christie en la cadena ABC.
El presidente, Joe Biden, que pasó el fin de semana en la residencia de Camp David, ha seguido los desarrollos en Rusia constantemente y el sábado conversó con sus homólogos en Reino Unido, Francia y Alemania, para coordinar una postura común. Los aliados dijeron después que mantienen su apoyo a Ucrania para defenderse de la agresión rusa.
La Casa Blanca estaba al tanto desde hace meses de las tensiones entre los mercenarios del grupo Wagner y la cúpula militar rusa. Según sus estimaciones, Wagner tiene 50.000 hombres luchando en Ucrania, 40.000 de ellos reos excarcelados para la guerra.
A principios de este mes, funcionarios rusos y estadounidenses asistieron a conversaciones para la desnuclearización mutua, a pesar de la tensión generada por la invasión de Urania. Rusia protestó por el envío de cazas norteamericanos F16 con capacidad nuclear a Ucrania.